Ibiza

De aquellas sales

La Razón
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No sé ustedes pero yo cada vez que me hablan de droga me pongo en lo peor. Todos conocemos demasiados casos de amigos o conocidos que han arruinado sus vidas y las de los suyos por jugar con las drogas como si fueran meros experimentos. Hoy en día sabemos lo que son las drogas. Por eso no sé muy bien lo que me están contando. Por una lado me alertan de que un 5 por ciento de los jóvenes entre 14 y 24 años está consumiendo un tipo de droga legal que se vende como sales de baño como alternativa a drogas ilegales como la cocaína o la marihuana. Pero por otro lado dicen que no conocen sus efectos secundarios. Convendría saber en qué quedamos porque este tipo de sustancias, al igual que este tipo de noticias, según en qué manos caiga puede ser peligrosa y contraproducente. Mejor evitar una publicidad gratuita que sólo beneficia a sus productores. Es necesario hablar con propiedad porque lo que está en juego son vidas que empiezan bajo la amenaza de terminarse antes de tiempo. No debe haber medias palabras que den lugar a equívocos: es blanco o negro, los grises no valen. De hecho, unos de los comentarios más aclamados en internet era el de un tal Oriol: «Vamos, que mejor seguir consumiendo la coca y los éxtasis de toda la vida... más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer». A algunos les parecía divertido. No creo que a los padres de la británica fallecida ayer en Ibiza por consumo de éxtasis les haga mucha gracia.