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La Alianza intensifica el apoyo aéreo a los rebeldes

La coalición se centra ahora en los ataques terrestres tras dar por «liquidada» la aviación de Gadafi- Francia excluye a la OTAN de la «dirección política» de la operación- España completa su despliegue con otro avión

Un cazabombardero «Tornado» británico en operaciones sobre Libia
Un cazabombardero «Tornado» británico en operaciones sobre Libialarazon

Bengasi- Después de sólo cinco días de operaciones, la coalición internacional ha dado por terminada la primera parte de la misión: la destrucción de la aviación de Gadafi y de sus medios de defensa aérea. Ayer, un portavoz británico anunció que la Fuerza Aérea libia había dejado de contar «como fuerza militar operativa». Pero el éxito de la «exclusión aérea» no parece haber hecho demasiada mella en el coronel, cuyas tropas continuaban combatiendo los reductos rebeldes en el oeste, en la región que le es «fiel», y desbarataban los intentos de avance de la oposición en la región de Bengasi.

Ante la realidad de la ofensiva gadafista que, con amplio uso de artillería pesada y carros de combate, estaba arrinconando a los rebeldes y amenazaba con tomar la ciudad de Misrata, la fuerza aérea de la colación se empleó a fondo en el ataque terrestre. Vehículos blindados, carros de combate y artillería han pasado a ser el blanco principal, junto con las instalaciones militares y bases aéreas. Gracias al fuerte apoyo, los gadafistas tuvieron que retirarse, aunque no sin infiltrar tropas en las ciudades rebeldes, que están causando muchas víctimas entre la población civil.

Así, en Zintan, al suroeste de Libia, ayer murieron al menos seis personas y otras 13 resultaron heridas, en un nuevo día de bombardeos por parte de las tropas gubernamentales, que han cortado los suministros de luz y agua a la ciudad tras varios días de asedio. En Misrata la crisis humanitaria degenera después de más de una semana de cerco y ataques por parte de los hombres de Gadafi.

Las autoridades revolucionarias, el denominado Consejo Nacional Transitorio (CNT), han denunciado la presencia de francotiradores, que habrían tomado el hospital de la ciudad, donde murieron ayer 16 civiles, cinco de ellos niños, y 23 resultaron heridos. Misrata se encuentra rodeada y por ello el CNT pide que se instale en sus costas un buque hospital para hacer frente a la emergencia sanitaria.

En el este «liberado» de Libia, se muestran preocupados e impotentes, sin poder prestar apoyo a los que resisten al otro extremo del país, pero siguen confiando en que los bombardeos acaben aniquilando a las fuerzas de Gadafi.

La situación es peor en Trípoli, donde el dictador se hace fuerte con el soporte de sus seguidores, a pesar de las incursiones nocturnas de las fuerzas aliadas, que ayer empezaron a golpear la capital al alba y prosiguieron al caer la noche. Entre los objetivos, una de las grandes bases del Ejército libio al sur de la capital, alcanzada por misiles de crucero y bombas de alto poder. Jafar, al suroeste de Trípoli, también fue objetivo de los bombardeos aliados.

El portavoz de los rebeldes, Albelhafith Guga, ha admitido que poco pueden hacer los opositores en la capital, donde cualquier manifestación o voz disidente es silenciada y reprimida brutalmente. Guga se mostró ayer satisfecho con el resultado de las operaciones aliadas hasta el momento y dijo que «es necesario que sigan asegurando la zona de exclusión aérea y la protección de los civiles». Los rebeldes también confían en el apoyo aéreo aliado para poder seguir ganando terreno en el frente este, donde, de momento, no consiguen avanzar: los milicianos intentan recuperar Ajdabia, pero los hombres de Gadafi se lo están impidiendo.

Los tanques del coronel están desplegados a la entrada de la ciudad, lo suficientemente cerca del centro para que no puedan ser aniquilados por los misiles.

Ayer, se celebró una manifestación de agradecimiento en Bengasi, que, salvo en su plaza central, se encuentra más vacía y silenciosa de lo normal: muchas familias se habrían marchado por miedo a la violencia. La Libia libre parece estar escondida y conteniendo la respiración, con la mirada puesta en el cielo, donde su Dios se confunde ahora con los cazabombarderos aliados.


Obama: «No habrá tropas terrestres»
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, respondió ayer con un rotundo «en absoluto» cuando se le preguntó, al final de su gira iberoamericana, si estaría dispuesto a enviar tropas terrestres a Libia, en el caso de que la situación se estancara y los rebeldes no consiguieran derrocar al Gobierno de Gadafi. «Cumpliremos con la resolución de la ONU y apoyaremos a los civiles libios como hasta ahora. Pero en absoluto habrá una intervención terrestre en Libia», aseguró.