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El número de personas sin hogar en la Comunidad supera ya las 16000
Valladolid- La crisis económica por la que está atravesando España, con cinco millones de parados y miles de familias sin ingreso alguno, sigue haciendo estragos en la sociedad. Los últimos datos de que dispone la oenegé católica Cáritas correspondientes a 2010 lo ponen de manifiesto: solo en Castilla y León la cifra de personas sin hogar, los denominados ‘sin techo', supera ya las 16.000, lo que supone un 25,15 por ciento más que en 2008, que es el año en el que la crisis económica empezó a ser más palpable.
Actualmente, Cáritas cuenta con 249 plazas para personas sin hogar a lo largo y ancho de la Comunidad, sin contar los servicios que la oenegé de la Iglesia presta en numerosos pueblos de Castilla y León. Una cantidad insuficiente a todas luces para poder atender a todas las personas que hoy en día carecen de un techo en el que cobijarse, pese a que la mayor parte de estas personas no permanecen en un lugar fijo sino que se mueven por toda la geografía española. Pese a ello, la labor de Cáritas es impagable. Especialmente en la atención que las distintas delegaciones territoriales de la oenegé ofrecen a estas personas necesitadas de compañía y de alimentos en los comedores sociales.
Al respecto, en declaraciones recogidas por la agencia Efe, la secretaria de Cáritas en Castilla y León, María Jesús Díez, ha puesto el dedo en la llaga al alertar de que la situación es ya casi insostenible y que han tenido que multiplicar los turnos en algunos puntos, especialmente en Valladolid, Burgos y Zamora, ante la avalancha de personas que piden alimentos para poder sobrevivir.
Díez explica que cada día la oenegé poner en marcha cerca de setecientos servicios de desayuno, comida y cena en la Comunidad para los transeúntes y personas que carecen de recurso alguno. Un sector de la población que con la crisis actual ha aumentado de forma espectacular en nuestra Comunidad y que, además, se agrava en muchas de las ocasiones por el desarraigo familiar, residencial o social que sufren estas personas. Desde Cáritas advierten de que este problema, lejos de solucionarse, tiende a agravarse más, y piden a la Unión Europea que esté a la altura de las circunstancias y responda a la grave realidad de estas personas, que atenta contra sus derechos fundamentales.
Asimismo, la oenegé reclama a la sociedad más comprensión para erradicar los prejuicios existentes, y a los políticos, que cojan el toro por los cuernos y pongan en marcha medidas eficaces.
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