Premios

Valores imperecederos

La Razón
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En su tercera edición, la casa de LA RAZÓN acogió ayer la entrega de los Premios Alfonso Ussía, que, en todas sus categorías, reivindica valores que deberían formar parte de los pilares de nuestra sociedad, como el sacrificio, el esfuerzo, la tenacidad a la hora de asumir determinados objetivos, la generosidad y el talento puesto al servicio del bien común, entre otros muchos. Con todos ellos se identifica LA RAZÓN, que día a día intenta plasmarlos en las páginas de este periódico como parte de una esencia a la que no estamos dispuestos a renunciar. En estos premios hay nombres propios de la sociedad española como Vicente del Bosque o María Dolores Pradera y seres anónimos como Joaquín López, «el héroe de Aguilar», o Carlos Lledó.

Glosar la figura de Vicente del Bosque, premio Personaje del Año, se convierte en una forma de ser y de estar en el deporte basada en la modestia, la caballerosidad y en la ausencia de ego en un deporte como el fútbol, lleno de estrellas que no saben digerir su condición de luminarias. Como entrenador de la Selección logró la Copa del Mundo sin renunciar a su filosofía: así consiguió ensamblar a jugadores de distintos clubes para convertirlos en un equipo modélico en el terreno de juego, que creía en sí mismo sin darse importancia, y que aunaba un talento mayúsculo, disciplina y constancia. Los logros de la Selección nos convencieron de que, si queremos, la sociedad española, unida, es capaz de enfrentarse a cualquier reto. Del Bosque y sus jugadores nos dieron una lección de cómo afrontar el mayor de los retos que puede tener un profesional del fútbol sin renunciar a un estilo de juego donde hay mucho de estrategia pero también de convicciones.

Al galardón de María Dolores Pradera como Trayectoria Ejemplar lo refrendan más de seis décadas dedicadas a la canción y a la recuperación de temas que están en el acervo musical de España e Iberoamérica. Siempre fiel a su estilo, María Dolores Pradera ha permanecido ajena a las modas y a las aventuras artísticas cortoplacistas que quizá le hubiesen dado más popularidad, pero sin duda hubiera sido más efímera que de la que hoy goza y le hubiese granjeado menos prestigio del que atesora.

Más inesperado, por lo imprevisto de su hazaña, el Premio al Héroe del Año que recibió ayer Joaquín López. El 16 de agosto de 2010 es una fecha imborrable para él, ya que salvó a dos jóvenes de morir ahogados en una riada. En paro, López ejemplifica el altruismo y el valor al poner su vida al servicio de otros sin pensar en posibles compensaciones.

Frente a una juventud que califican como escéptica, descreída y excesivamente hedonista, ahí está el ejemplo de Carlos Lledó, que ganó el galardón al Mejor Estudiante al obtener la máxima nota en Bachillerato y Selectividad. Su perseverancia, esfuerzo y tesón le hacen merecedor de este premio. Sin duda, Lledó es un magnífico exponente de una juventud que sabe que tiene sus mejores armas en el conocimiento. Una edición más, los Premios Alfonso Ussía ponen voz y rostro a muchas de las creencias y principios que este periódico ha convertido en las señas de identidad que son impermeables a las contingencias diarias.