Estados Unidos
Pegamento e impresoras 3D en el horizonte de la Medicina
Desarrollan una masilla para los huesos rotos que acelera la recuperación del paciente. Los huesos confeccionados con impresoras tridimensionales ya son una realidad.
La rotura de un hueso puede dejar al paciente, en ocasiones, postrado en la cama durante semanas. Una recuperación lenta y dolorosa contra la que combaten ahora desde el Departamento de Defensa de Estados Unidos, que ha financiado un estudio para agilizar la recuperación de los soldados, pero que abarcará después a civiles e incluso animales.
Los científicos ya han obtenido prometedores resultados con lo que denominan «masilla para fracturas». Su desarrollo está en manos de los investigadores de la Universidad de Georgia a través de la obtención de células adultas de rata madre que producen una proteína que interviene en parte de la curación del hueso y los procesos de generación. Al incorporar dicha sustancia en una especie de masilla que fue inyectada en los huesos rotos de unos ratones, en dos semanas los animales podían correr y ponerse de pie, sin signos de lesión.
La masilla está siendo probada ahora en cerdos y ovejas –que se restablecieron en menos de cuatro semanas-, en unos ensayos clínicos que serán entregados al Departamento de Defensa a mediados de 2012 para comenzar a aplicarse en humanos. Entre 2009 y 2011, estudios de este tipo recibieron subvenciones de más de un millón de euros del Departamento de Defensa, como el uso de células madre en la curación de las fracturas en ovejas.
Recuperación de soldados
«Para muchos jóvenes soldados, su salud mental se convierte en un verdadero problema cuando están confinados en una cama durante tres a seis meses después de una lesión», dijo Steve Stice, director del Centro de Biociencia Regenerativa. «Este descubrimiento les permitirá estar en movimiento días después. Las fracturas complejas son la principal causa de amputación de miembros para los militares estadounidenses», aseguró Stice. La masilla podría reemplazar lesiones faciales y del cráneo producidas en el campo de batalla.
«La curación es un gran reto para la comunidad de investigación ortopédica», dijo el doctor John Peroni. «Los daños óseos deben ser estabilizados y la tecnología necesitaría la inducción rápida de masa ósea con el fin de reemplazar el tejido perdido», aseguró el investigador.
«El próximo paso es demostrar que podemos curar de forma rápida y efectiva fracturas en un animal de mayor tamaño», dijo Peroni. «Nuestro enfoque es biológico con la masilla. Otros grupos están estudiando los polímeros y los enfoques de ingeniería como los implantes y reemplazos que con el tiempo se pueden combinar con nuestro enfoque. Estamos estudiando otras aplicaciones, también, con este gel o masilla, para mejorar los resultados de fusión espinal», adelantó.
Huesos hechos con impresoras 3D
A la nueva esperanza que han abierto estos hallazgos, se une la tecnología de impresión tridimensional. Un equipo de médicos holandeses trasplantó un hueso hecho en una impresora en tres dimensiones para recuperar la mandíbula de una mujer de 83 años.
La pieza fue fabricada con polvo de titanio en capas ensamblado por una impresora láser en una operación posible tras las investigaciones en el Instituto de Investigación Biomédica de la Universidad Hasselt, Bélgica, y el implante fue fabricado por «LayerWise», compañía especializada en hacer componentes metálicos.
«Una vez recibimos el diseño digital en 3D, las partes fueron separadas en capas de dos dimensiones y luego enviamos las secciones transversales a la máquina de impresión», le explicó a la «BBC» Ruben Wauthle, ingeniero de aplicaciones médicas de «LayerWise».
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