Roma
Irán suspende la lapidación por infiel a Asthiani y dice que revisará su caso
El destino de la mujer iraní todavía es incierto y depende de la decisión que tome un tribunal islámico.
La presión internacional podría haber parado la inminente lapidación de Sakineh Mohammadi Ashtiani, pero la condenada, aislada desde hace cinco años en una celda de la prisión de Tabriz, cuenta los días que le quedan antes de que pueda ser ejecutada en la horca. El destino de Ashtiani, madre de dos hijos, sigue siendo doloroso, y está marcado por la injusta decisión de un tribunal islámico iraní.
El régimen de los ayatolás ha decidido mostrar su cara afable al exterior y ayer un portavoz del Ministerio de Exteriores anunció en la televisión estatal que las autoridades han suspendido la condena a muerte por lapidación de Sakineh para revisar el caso: «El veredicto referente a las relaciones extramatrimoniales ha sido suspendido y está siendo revisado». Sin embargo, la sentencia por cómplice del asesinato de su marido sigue en curso y la viuda podría ser ejecutada en la horca.
Un pequeño respiro en el calvario de Ashtiani, al no morir brutalmente apedreada, pero las agujas del reloj siguen avanzando hacia la hora final. A la condenada a muerte no le llegará el perdón, como en las dos anteriores ocasiones en las que su ex abogado, el exiliado Mohamad Mostafaei, recurrió ante la Justicia para anular la pena capital.
Al iniciarse el juicio por el asesinato de su esposo en 2006, la Justicia consideró que la «relación ilícita» que había mantenido la mujer (con el supuesto asesino de su marido) había ocurrido mientras éste vivía, por lo que fue declarada culpable de delito de adulterio, cuyo castigo es la lapidación.
Sakineh, además, ha sufrido torturas, como los 99 latigazos que recibió en presencia de sus vástagos por mantener una «relación ilícita» con otro hombre. Su hijo mayor, Sajad Ashtiani, denunció ante los medios de comunicación que un tribunal había sumado una nueva condena contra su madre, esta vez por «difundir la corrupción y la indecencia» al haberse mostrado en público sin velo en una fotografía.
El caso de Sakineh Ashtiani ha levantado una ola de protesta internacional entre Irán y Occidente. Precisamente ayer, el pleno del Parlamento Europeo (PE) condenó la sentencia a muerte por lapidación decretada y exigió a las autoridades de Irán que revisen inmediatamente la decisión y le garanticen un proceso justo.
En una resolución aprobada con el voto favorable de la práctica totalidad de la Cámara, los eurodiputados consideran que «sean cuales sean los hechos, una condena a muerte por lapidación no puede estar justificada ni ser aceptada».
«Cautela» en Bruselas
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, celebró ayer «con cautela» el anuncio de las autoridades iraníes de aplazar la ejecución por lapidación de Sakineh Ashtiani para revisar el caso. En un comunicado, el presidente de la Eurocámara aseguró que «parece una evolución en la dirección positiva, (aunque) permaneceremos vigilantes y queremos establecer un diálogo abierto y total sobre derechos humanos con Irán».
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