Bruselas

El salvador del euro

Tras su pírrica victoria del 6 de mayo, Samaras inició una carrera contrarreloj para lograr votos

El salvador del euro
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ATENAS- Su pírrica victoria el 6 de mayo (19% de los votos) impidió al conservador Antonis Samaras (61 años) llegar a ser primer ministro griego. Por eso, tras la convocatoria de nuevas elecciones, el líder de Nueva Democracia (ND) inició una carrera contrarreloj para aumentar su caudal electoral. En primer lugar, logró reconciliarse con su acérrima enemiga, la ex ministra de Exteriores Dora Bakoyannis, quien, tras abandonar ND en 2010, había creado un nuevo partido, Alianza Democrática, que obtuvo un 2,55% de votos hace seis semanas. Y es que Samaras sabe bien qué es el transfuguismo político, puesto que él mismo dejó el redil de Nueva Democracia en 1993 por negarse a aceptar que la vecina Macedonia utilizara este topónimo heleno en sus funcionamiento administrativo interno.

Ex ministro de Finanzas, Exteriores y Cultura, Samaras procede de una familia adinerada y conservadora. De su abuela la escritora Penélope Delta, que se suicidó durante la ocupación nazi de Grecia, heredó su profundo nacionalismo. Estudió Económicas en Canadá y Estados Unidos, donde, paradojas de la vida, compartió habitación con Yorgos Papandreu, su futuro rival político. Su carrera política se inició en 1977, cuando a los 26 años se convirtió en el diputado más joven de la historia del país.

Samaras, que se reintegró en las filas del partido conservador en 2004, asumió el liderazgo del mismo tras imponerse en las primarias de 2009.

Como jefe de la oposición, se opuso al primer plan de rescate que reclamó el socialista Papandreu en 2010 tras revelarse que el Gobierno de centro derecha saliente había ocultado el verdadero déficit público griego. Pese a haber rechazo el primer paquete de ayuda financiera europea y, sobre todo, las duras recetas de austeridad que imponía, Samaras dio un giro de 180 grados y firmó a regañadientes una carta en la que se comprometía con Bruselas a cumplir el memorándum si llega al poder. Sin embargo, consciente de la impopularidad de los planes de austeridad, el líder conservador ha vuelto a desdecirse y durante la campaña se ha subido al mantra del crecimiento impulsado por el socialista francés François Hollande. Ahora promete renegociar el plan de austeridad con Bruselas, bajar los impuestos y crear 150.000 empleos. Se ha erigido como la única garantía para evitar que Atenas salga del euro y vuelva al dracma.
En el cierre de campaña el pasado viernes, el líder conservador afirmó que existe un «lobby del dracma» que tiene su dinero en el extranjero y que apuesta por una victoria de Syriza para que Grecia abandone el euro –a pesar de que el partido izquierdista apuesta por continuar en la divisa común– y pueda regresar con su dinero en euros a «explotar las riquezas naturales a bajo precio».

 

Sus primeras medidas
Renegociar el memorándum firmado con el FMI y la UE
Quiere ampliar el plazo para cumplir el plan de ajuste de 11.700 millones de euros del actual período 2013-2014 hasta 2016. Para lograr este objetivo, se fija en España.
Una reducción del IVA de cuatro puntos
Pretende reducir los impuestos a los griegos. Por ejemplo, ha prometido bajar el IVA general del 23% actual al 19% y colocar la retención máxima del IRPF en el 32%.
Repatriar a todos los inmigrantes sin papeles
Acabar con la inmigración irregular y emprender la repatriación de los «sin papeles» de acuerdo a una estrategia europea común. Las fronteras estarán más vigiladas.
Creación de 150.000 empleos en medio año
Ha prometido que en los primeros seis meses de su gobierno creará unos 150.000 puestos de trabajo, una cifra superior a la época en que la economía griega crecía.