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Pasión y apasionante por Lucas Haurie

La Razón
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Las elecciones autonómicas se celebrarán el Domingo de Pasión y ha sido precisamente el adjetivo derivado, «apasionante», el que ha elegido José Antonio (¡¡presente!!) Griñán para calificar la legislatura que termina. Lo habrá sido para él, tal vez, por haberse dado su insólito advenimiento a presidente desde la oscuridad del eterno segundón pero no para unos ciudadanos zarandeados por la crisis y puteados encima por el conocimiento del latrocinio perpetrado por sus conmi-litones con el dinero destinado a paliarla. Tuve la desdicha de presenciar cómo un cirujano relataba los porme-nores de una operación a vida o muerte (terminó siendo muerte, a los pocos meses) a los afectos del paciente y decía que había sido una intervención «muy bonita». Hubo que agarrar al padre para que no le retorciese el pescuezo al doctor idiota. Es el colmo de la insensibilidad y la falta de empatía que quien vive igual de bien que hace cuatro años, o mejor, se muestre tan encantado con el padecimiento del cuerpo electoral. Definitivamente, este señor habita otro planeta y cuando regrese a la tierra, se encontrará con Javier Arenas instalado en San Telmo. Le ha salido mal la jugada de retrasar los comicios a mayo. Un pasito más del PP hacia la (tercera) mayoría absoluta.