Australia
YouTube hace millonarios a sus artistas
Los artistas independientes tienen en Youtube un filón. Pero la promoción gratuita y una audiencia mundial no son las únicas ventajas, ya que algunos de ellos llegaron a embolsarse cerca de 100.000 euros el pasado año.
Las grandes figuras de la música y la televisión tienen una seria competencia. Internet ha consolidado un nuevo canal de comunicación y entretenimiento donde las nuevas estrellas no tienen por qué contar con una discográfica, una productora o una industria potente detrás que les apoye. Son artistas independientes, personas que no forman parte de una empresa de medios o marca consolidada. Y se han apoderado de la Red.
Cada vez que un internauta accede al canal de «YouTube» de algunos artistas, junto a los vídeos se cargan determinados anuncios de texto o «banners» (imágenes). Estos anuncios patrocinados tienen un coste fijo por cada mil impresiones. De modo que cada vez que se carga un «banner» de una compañía mil veces, ésta debe pagar la tarifa acordada, que puede estar entre uno y dos euros de media.
Este dinero «YouTube» lo comparte con el artista al 50 por ciento. Y, bajo estas estimaciones, teniendo en cuenta los miles de visitas que reciben los vídeos más célebres, la empresa de publicidad «TubeMogul» ha determinado los ingresos millonarios de los más populares.
El «top-ten» de superventas
En concreto, hay diez estrellas del universo «YouTube» que ganaron alrededor de 100.000 euros durante el último año. Son sólo los beneficios «directos» de sus canales, al margen de otras fuentes de ingresos que puedan tener relacionadas con la red.
Bajo el nombre de usuario de «communitychannel», Natalie Tran es la usuaria con más suscripciones de «YouTube» en Australia. 138.871.829 reproducciones avalan los beneficios de su canal en la Red.
Greg Benson producía vídeos para una comedia de televisión. El «show» duró una sola temporada, pero la comedia, felizmente para él, no se ha convertido en drama. Benson se ha hecho famoso y vive de explotar en Internet sus creaciones de humor a bajo presupuesto que son seguidas por millones de personas.
Un caso similar es el de Shane Dawson, tan célebre en estos círculos que se puede permitir el lujo de contar con tres canales diferentes. El más popular recoge parodias de vídeos musicales.
Pero no sólo de música y cortometrajes vive «YouTube». Los escasos medios que requiere hacer un vídeo han multiplicado los denominados «vlogs», que son bitácoras donde el autor da la cara y comenta, reflexiona, informa o critica grabándose a sí mismo para luego emitirlo en Internet. La proliferación de "vlogs"es tal que parece demostrado que todo el mundo tiene algo que decir y, lo más extraordinario, todo el mundo tiene a alguien que le escuche. Al menos en la red.
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