Champions League

Sevilla

El Madrid menos malo

«Mou» alineó cinco defensas, dejó sentado a Karim Benzema y entró en la semifinal de Copa con una segunda victoria sobre el Atlético (0-1)

Los jugadores del Real Madrid celebran el primer gol merengue, conseguido por el portugués Cristiano Ronaldo,
Los jugadores del Real Madrid celebran el primer gol merengue, conseguido por el portugués Cristiano Ronaldo,larazon

El Atlético perdió la eliminatoria copera en el Bernabéu, más con aquel regalo final, y en el Calderón tampoco fue capaz de mejorar a su adversario. Venció el menos malo, gol de Ronaldo. No necesitó el Madrid alinear un «9» para solventar la cuestión a su favor. Mourinho volvió a prescindir de Benzema, reto al sol, y se metió en las semifinales de Copa porque su equipo fue superior en los dos encuentros. Le espera el campeón, el Sevilla.

Atlético-Madrid o dos técnicos en su salsa, «sui géneris». Quique prescindió de Godín, Domínguez y Juanfran; Elías fue por segunda vez el titular elegido. Mourinho, con un 3-1 a favor que debió parecerle inconsistente, metió cinco defensas por delante de Casillas –lo nunca visto, aunque Marcelo jugara de falso extremo– y dejó en el banquillo a Benzema, de nuevo, es que no le gusta, es que no cree en él, y a Kaká, tercera sorpresa.

El Calderón, de gala, repleto, bullicioso e intenso. El Atlético, dispuesto a acorralar al Madrid, a no dejarle pensar y a marcarle un gol en los primeros minutos. A priori, era la carga de la brigada ligera. Como los rusos en la guerra de Crimea, pudieron pensar los madridistas que sus rivales habían bebido, como aquellos jinetes británicos. La Batalla de Balaclava fue un ejemplo de lo que puede salir mal cuando la información del enemigo es vaga e imprecisa... Pero, se supone, Quique lo sabe todo del «eterno», incluso que es superior. Aquella caballería recorrió kilómetro y medio entre tres fuegos hasta alcanzar las baterías rusas; el Atleti tardó un cuarto de hora en sorprender a Casillas cuando éste sacó contra Reyes, el balón se paseó por la portería y Tiago no acertó a rematar. Fue la primera ocasión, de carambola, y ninguno encontraba espacios para jugar; tampoco les duraba la pelota, sin dueño. Sólo presión y velocidad. Y la brigada rojiblanca, ligera, muy ligera, ligerísima, inane.

El jugador más brillante era Elías, con criterio y acertado en la distribución. El más activo, Reyes, hasta que Arbeloa le pisó el tobillo por el exterior, le lesionó y mientras era atendido en la banda surgió el genio de Xabi Alonso, un desatascador; abrió a la derecha, centró Ramos y remató Ronaldo desde el punto de penalti. El 0-1, más el 3-1 del Bernabéu, equivalía al fin del sueño rojiblanco en esta edición de la Copa, estaba «K. O.». Y sólo recibió un disparo.

Sin el «Kun» desde el comienzo, sin Reyes, sin artistas, sin bandas, porque Ramos y Arbeloa fueron tapones, sin más «cerebro» que las buenas intenciones de Elías, sólo con el corazón no era suficiente. Porque el Madrid también derrochaba interés y ganas, siempre con tres jugadores a por el balón; y, aunque sólo chutó una vez, dejó patente su manifiesta superioridad. No servirían de excusa sendos fueras de juego señalados a Forlán y a Costa, que no eran; la realidad imperaba y la segunda oportunidad rojiblanca la desaprovechó precisamente Forlán, que no creyó que Costa llegaría a centrar. Pues llegó, él no.

Lo mejor del Atlético fue que tras el descanso no perdió la fe. Presionado por dos derrotas cuasi definitivas, salió más adelantado y aprovechó que el Madrid se replegó, quizá empujado, acaso fatigado, y Tiago, Forlán y Mérida chutaron, por fin, a portería. La alegría ofensiva rojiblanca multiplicó las ganas de Marcelo por sumarse al ataque, no ya como extremo sino como interior. En una de ésas Valera le hizo penalti, leve, pero le empujó. Poco después Juanfran relevó a Tiago, aciago, Granero a Di María, Kaká a Özil y Gago a Khedira. Benzema continuaba amarrado al banquillo y sin explicarse por qué su entrenador está empecinado en fichar un «9» y no cuenta con él. «Mou» es cabezota, se le ha metido entre ceja y ceja que tiene que reforzar esa parcela, algo que podría resultar comprensible por la lesión de Higuaín; pero la cuestión es otra: ¿y si se hubiese lesionado Benzema en lugar del «Pipita», también se portaría así? La conclusión es que no traga al francés, que no le convence y que por eso no le pone.

Puso Quique al canterano Alberto Perea, homenaje al fútbol base, cuando la suerte estaba echada. Nada cambió. El aficionado atlético abandonó el Calderón antes del final, poco a poco, resignado a su mala suerte, que es la buena fortuna del Madrid.


Mourinho no sacó a benzema ni un minuto
Por segundo partido consecutivo, José Mourinho volvió a jugar sin delantero centro. El único que tiene, Karim Benzema, se quedó en el banquillo, lo mismo que ante el Almería. La diferencia es que esta vez el técnico portugués no le dio ni un minuto. Agotó sus tres cambios y en ninguno de ellos hubo un hueco para el francés. La «guerra del 9» continúa.



- Ficha técnica:
0 - Atlético de Madrid: De Gea; Valera, Perea, Ujfalusi, Filipe Luis; Tiago (Juanfran, m. 67), Assuncao, Elías; Fran Mérida (Alberto Perea, m. 75); Reyes (Diego Costa, m. 25) y Forlán.
1 - Real Madrid: Casillas; Ramos, Albiol, Carvalho, Arbeloa; Khedira (Gago, m. 81), Xabi Alonso; Di María (Granero, m. 69), Ozil (Kaká, m. 75), Marcelo; y Cristiano Ronaldo.
Gol: 0-1, m. 22: Cristiano Ronaldo remata un centro raso de Sergio Ramos.
Árbitro: Turienzo Álvarez (C. Castellano-leonés). Amonestó a los locales Tiago (m. 33), Juanfran (m. 71) y Diego Costa (m. 89) y a los visitantes Arbeloa (m. 21), Marcelo (m. 45), Cristiano Ronaldo (m. 56) y Sergio Ramos (m. 74).
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 53.000 espectadores.