Desempleo juvenil
Contrato a tiempo parcial por Sandalio Gómez
En España, cuando se encuentra una palabra novedosa y si es en inglés, mejor aún, empieza a usarse con total desparpajo, sin conocer bien ni de lo que se trata ni sus consecuencias. Uno de estos términos, hasta hace sólo unos meses desconocido, es el de los famosos «mini jobs», que se plantean como la panacea para lograr la disminución del paro. Un análisis somero nos permite desmitificar el término y conocer su verdadero sentido, que no es otro que el de un simple trabajo a tiempo parcial, con el añadido de que sea barato y sin cobertura social alguna.
Son peores que los famosos «contratos basura» de la Reforma Laboral del año 94. Hay que ser realistas y reconocer que se necesita impulsar con fuerza el contrato a tiempo parcial, ya que estamos por debajo de la media europea, y tomar ejemplo del 40% que existe en Holanda. Pero hay que hacerlo dentro de unos mínimos que eviten abusos de todo tipo. Cuando se dice que es mejor cualquier trabajo que estar en paro, es verdad, pero sin sobrepasar un nivel de dignidad de la persona.
Para incentivar el empleo a los jóvenes hay que pensar, además, en un contrato de formación, sin las limitaciones administrativas que existen en la actualidad, que estén subvencionados en el coste de la seguridad social, sin merma de las coberturas sociales para el trabajador, cuya retribución debería ser inferior al mínimo fijado en el convenio del sector y estar acordada con los agentes sociales.
Sandalio Gómez
Profesor del IESE
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