Francia
Sarkozy se reinventa al tercer año
El aura mayestática del interés general ha «presidencializado» a quien pretendía romper la dinámica del Elíseo.
Nicolas Sarkozy está de aniversario y en plena mutación. Tres años después de encontrar, por voluntad popular, acomodo en el Elíseo y de dirigir un país a golpe de reforma y con un cierto desasosiego, ha iniciado una nueva etapa. El «hiperpresidente» se ha relajado para concentrarse en lo esencial: sacar al país del atolladero. Una etapa necesaria tras la violenta derrota de su partido, la centro-conservadora UMP, en las elecciones regionales y que terminaba de hundir su ya baja popularidad a niveles históricos. Y cuando apenas se estaba sobreponiendo al inevitable síndrome de la mitad del mandato. Turbulencias a las que no escaparon en su momento ninguno de sus predecesores, de De Gaulle a Mitterrand o Chirac. Sarkozy las atravesó a finales de 2009, cuando a las acusaciones de nepotismo por favorecer la candidatura de su hijo Jean a la Presidencia de un organismo público se sumaron las primeras disensiones en sus propias filas ante un ritmo atropellado de reformas, a veces incomprensibles, y de incómodos debates como el de la identidad nacional. De ahí que algunas consideradas «capitales» como la de la eco-tasa hayan sido aplazadas o incluso la que afecta a la Justicia y que Sarkozy juzgaba vital. Han sido pospuestas por no decir abandonadas. Por eso, y aunque se sabe a Sarkozy bastante satisfecho de su acción, en el Elíseo creen que no es momento para balances. Ni tampoco para alharacas públicas. Fundamentalmente porque poco o nada ha sucedido como estaba previsto. La crisis financiera mundial, económica, y ahora monetaria, irrumpió sin previo aviso y muchas de las promesas de 2007 se han visto afectadas. Principalmente la que hacía de él el hombre que devolvería al bolsillo de los franceses el poder adquisitivo que éstos llevan tanto tiempo reclamando. Dicen que el eterno candidato de la «ruptura» se está por fin «presidencializando». Jerarquizando las prioridades, delegando competencias y adoptando el aura mayestática propia del jefe del Estado.
El Elíseo destierra el «estilo rayban»; la discreción marca tendencia-Su Presidencia de «rayban» y «rolex» indigestó tanto como las vacaciones jordanas con Carla Bruni, retransmitidas y comentadas en tiempo real. Si Sarkozy se ha vuelto discreto es para suscitar nuevos deseos en el electorado, pues nadie duda de que su cabeza ya está en 2012. En un nuevo mandato que no pronuncia, pero en el que piensa y al que dedicará la «pausa de las reformas» que ha previsto para el segundo semestre de 2011. Antes, tendrá que salir airoso de la gran reforma de las pensiones, y ni la coyuntura ni la oposición de izquierdas se lo pondrán fácil.
Arriba y abajoMAYO DE 2007 - 65% satisfechos/31% descontentos. Victoria en las presidenciales por mayoría.SEPTIEMBRE DE 2007 - 61%/36%. Fisuras por la polémica Ley de Inmigración.ENERO DE 2008 - 47%/52%. Caída libre. Las fotos de las vacaciones con Carla Bruni pasan factura.MAYO DE 2008 - 35%/64%. Sarkozy reconoce errores en su Presidencia. Fracaso en las municipales de febrero.AGOSTO DE 2009- 45%/54%. El éxito en las elecciones europeas mejora su imagen respecto a febrero, cuando los efectos de la crisis se dejan notar.MARZO DE 2010- 30%/65%. Su nivel de popularidad más bajo, tras el fracaso en las elecciones regionales y el debate sobre la identidad nacional.
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