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«Muchos se preguntan sobre nuestra alegría»
Las familias cristianas salen a la calle para dar testimonio de su fe
MADRID- «Hoy lo que se lleva es ser "single"y no tener compromisos», afirma Elena Morales. Ella tiene 32 años, su marido Eduardo tiene 33, tienen dos niñas pequeñas, pero ninguno de sus conocidos y amigos de su edad tiene hijos. «La familia implica algunas renuncias, y en la sociedad hoy falta perseverancia en el amor, porque amar implica una cierta lucha», añade Eduardo. Hace dos años, con la ayuda del movimiento Regnum Christi, pusieron en marcha un club de matrimonios que van a la montaña con los niños y celebran misa al aire libre, «algo que a los niños les encanta y recuerdan siempre», aseguran. «Además, ¿qué más podemos hacer los padres con niños pequeños? ¿Ir al centro comercial y consumir? La naturaleza es mejor, en el campo todo nos habla de Dios», explica Eduardo. Veteranos de las manifestaciones en defensa de la vida de los últimos años, creen que la gran Eucaristía de las Familias en la calle sirve «para que muchos se pregunten por nuestra alegría, mostrar que es algo abierto a todos».
Letty Florián y Julio César Quiroz, un matrimonio peruano que lleva 20 años en España, han estado en casi todas las manifestaciones pro-vida y pro-familia de Madrid, con Benedicto XVI en Valencia en 2006 y en muchas citas del Día de la Familia. «Mostrar lo que somos y lo que creemos en la calle nos da fuerza y es un testimonio valiente», explica Letty. Su hija Sara, de 19 años, cree que es importante casarse con alguien que también tenga fe: «incluso si la pareja fuese muy buena persona, sin fe nos faltaría esa confianza especial que da Dios, saber que si le cuentas tus problemas, tu pareja los pone en oración ante el Señor». Su padre, Julio, y su hermano, Andrés, de 13 años, destacan una característica especial de las familias cristianas: saber perdonar. «El perdón permite reconstruir, retomar relaciones dañadas», explica Julio. Los Quiroz, que pertenecen a la Renovación Carismática Católica y participan en el grupo Familias Invencibles, celebran cada miércoles el «día sin televisión» («un ayuno especial», dijo Julio) y rezan juntos en familia «con la guitarra, cantando, alabando, con velas e iconos».
Juan Carlos Corvera y Silvia Cano también son asiduos en las convocatorias por la vida, la familia y los derechos de los padres para educar a sus hijos con libertad, unos derechos que defienden desde la Fundación Educatio Servanda que pusieron en marcha hace 5 años. «Muchas familias se quejan sin actuar, pero nuestra experiencia es que si se les da una plataforma para la acción, se suman. Es importante que nos asociemos», dice Juan Carlos.
Familia Corvera
Juan Carlos Corvera y Silvia Cano, con sus hijos. Miguel Ángel (9 años) dice que «en la familia es como en la Iglesia: te aceptan como eres». Juan Pablo (7) declara que en ella «vivimos cogidos del corazón» y Mónica (5) afirma que «en familia estás bien».
Familia Cañedo
Eduardo y Elena, con sus hijas Inés (4 años) y Mª Elena (3 años). «En la familia se transmite lo fundamental, los valores y la capacidad de entregarse como persona», afirman. Creen que la sociedad debería «ayudar más a conciliar trabajo y vida familiar»
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