Bruselas

S&P ve «improbable» que España cumpla el déficit

La Razón
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MADRID- Tres meses. Ése es el plazo que ha dado la agencia de calificación crediticia Standard & Poors (S&P) al Gobierno de Mariano Rajoy para valorar las reformas emprendidas contra la crisis económica en España. Y como ya avisó Goldman Sachs la semana pasada («las agencias de rating seguirán dando mucho que hablar»), el mazazo se produjo ayer, de madrugada y al cierre de la jornada en Wall Street.

S&P degradó anoche la nota de solvencia de España en dos escalones, desde A hasta BBB+ (la perspectiva se mantiene en «negativa», paso previo a futuros recortes), y consideró «improbable» que el Ejecutivo logre reducir el déficit público hasta el nivel pactado con Bruselas.

Más capital público a la banca
La agencia argumentó en un informe que el recorte de rating se debe al «deterioro en la trayectoria de evolución del déficit para el periodo 2011-2015» y a una «mayor probabilidad de que el Gobierno tenga que aportar apoyo adicional al sector financiero». S&P consideró «improbable que se alcance el objetivo de déficit en 2012 y 2013 en el actual entorno económico y financiero», ya que calcula un descenso del 1,5% en el PIB de 2012 (-0,5% en 2013).

S&P va más allá y calcula un desvío del 6,2% en las cuentas públicas de España para este año (nueve décimas por encima del compromiso del Gobierno con Bruselas) y del 4,8% para 2013 (1,8 puntos por encima de la previsión del Ejecutivo). La agencia culpa a las comunidades autónomas del previsible fracaso en los objetivos de consolidación fiscal de España y cifra el desvío en el 1,9% para este año (cuatro décimas por encima del techo del 1,5%).

A pesar de estas demoledoras previsiones, la agencia valora el «espíritu reformista» del Gobierno, y advierte de que, si éste se redujera, España perdería aún más nota de solvencia. Alerta, no obstante, de que la deuda pública del país podría situarse en el 80% del PIB en 2014 si la situación empeora.

 

Los bancos ponen fin a la tregua del mercado
La tregua del mercado terminó ayer, al calor de las malas previsiones para la economía española y de los débiles datos macro de EE UU. El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el sector bancario fue la puntilla y cayó como una losa en la cotización de las principales entidades, que castigaron un 1,29% la cotización del Ibex tras dos jornadas alcistas. En esta ocasión, la previsión de mayores problemas para la banca –y, por extensión, para las arcas públicas– fue la excusa perfecta para que los inversores hicieran «caja» tras las subidas de las dos sesiones anteriores. Santander y BBVA perdieron un 3,38% y un 2,11%, respectivamente, para hacer buena la apuesta de 326 millones de euros a la caída de los dos valores por parte de los «hedge funds». La deuda española volvió a encarecerse ayer y la prima de riesgo escaló hasta los 415 puntos básicos.