Bruselas

Por qué adelantar las elecciones

La Razón
La RazónLa Razón

Mientras la crisis económica no alcanzó cotas tan preocupantes como las de ahora, que el PSOE gobernara en minoría no comportaba riesgos de cuidado, pues a fin de cuentas la habilidad negociadora, las componendas y los tratos entre partidos son la sal del sistema parlamentario. Pero en las circunstancias actuales, con una grave recesión que ha llevado al paro a 4,5 millones de trabajadores, con un déficit público desbocado y una deuda que ha hecho saltar las alarmas en Bruselas, en este escenario, la debilidad del Gobierno socialista es un grave hándicap para salir de la crisis, infunde desconfianza y lo convierte en presa fácil de sus adversarios domésticos y de los especuladores internacionales. Son numerosos y muy arduos los problemas a los que hay que dar solución de aquí a final de año, entre ellos más recortes sociales, otro aumento de impuestos además de la subida del IVA en dos puntos, la reforma laboral, la reestructuración bancaria, la reordenación energética, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, etc. Del mismo modo que un pirómano no es el individuo más adecuado para apagar un fuego, los gobernantes que han negado la crisis no son los más idóneos para sacarnos de ella ni tienen autoridad moral para persuadir a los actores sociales, por lo que el sentido común aconseja adelantar las elecciones para que los ciudadanos elijan la opción que más confianza y credibilidad les ofrezca. Así lo sostiene el 58,3% de los españoles, según la encuesta que hoy publica LA RAZÓN. Además, no se trata solamente de que el Gobierno socialista haya naufragado con toda la tripulación; lo relevante es que los ciudadanos quieren que se releve al piloto por tres motivos: porque «no defiende los intereses de España» (56,8%), porque los que desean que no se vuelva a presentar a las elecciones son mayoría (48%) y porque sus recortes a los pensionistas, funcionarios y dependientes suscita el rechazo general (57,2%). En este punto, resulta muy revelador que la mitad de los votantes socialistas sea tan crítico con el Gobierno como los populares. De lo que se deduce que los españoles dan por amortizado a Zapatero y desean un cambio de ciclo que permita encarar con confianza y seguridad el combate contra la recesión económica. Como no parece viable una moción de censura, pues la izquierda radical y algunos nacionalistas prefieren antes la debacle general que un gobierno del PP, lo más lógico es anticipar las elecciones previstas para 2012, demasiado lejanas para poder llegar a ellas sin producirse graves destrozos en el tejido social y económico. Así lo entiende y lo pide la gran mayoría de los ciudadanos, razón de peso que avala la campaña puesta en marcha por la cadena radiofónica COPE mediante una recogida de firmas y a la que nuestro periódico se suma sin reservas, porque estimamos que es lo más conveniente para el bien común. No nos animan ni intereses de partido, ni oportunismos políticos, sino el sentido de la responsabilidad y los imperativos éticos inherentes a toda acción cívica, democrática y constructiva. España necesita un nuevo gobierno, sea del signo que sea, que la saque del marasmo porque el actual es incapaz.