Israel

Rajoy audita las cuentas públicas para fijar todo el ajuste del gasto

Sáenz de Santamaría pide la agenda pendiente en cada ministerio

Foto: Efe
Foto: Efelarazon

La comisión de traspasos tiene en su orden del día dos asuntos centrales: la contabilidad nacional y la agenda pendiente de todo el Gobierno saliente. Conocer el estado exacto de las cuentas públicas es la prioridad principal del presidente electo, Mariano Rajoy, porque de esos datos tendrá que colgar el volumen y el detalle del ajuste del gasto público que quiere tener preparado para su discurso de investidura. El Gobierno entrante se encontrará con el ejercicio prácticamente cerrado y sin ninguna capacidad de influir en el déficit que reciba en herencia, explican fuentes próximas a Rajoy. Por eso es «urgente» –añaden– tener una radiografía fiable de la ejecución del Presupuesto y de la previsión de ingresos y de crecimiento económico. «Es muy importante conocer con rapidez el pastel que recibimos para acertar en las medidas iniciales para reconducirlo. No es lo mismo que el ajuste tenga que ser de 10.000 millones de euros que de 30.000 millones, y no es lo mismo que el déficit se desvíe unas décimas sobre el objetivo o varios puntos», sostienen en el entorno de Rajoy. Tan importante, según precisan, como que de ese acierto puede depender que España no tenga que optar por soluciones extremas como la de requerir la vía de financiación articulada por el FMI.

 Por supuesto que la información está centralizada en los ordenadores de Economía y Hacienda, pero el asunto es mucho más complicado porque la clave está en todos esos compromisos de gasto que el Gobierno saliente ha podido ir adquiriendo en el ejercicio de su gestión ministerial sin que figuren formalmente en los Presupuestos. En esto no hay ninguna ilegalidad, es pura ingeniería presupuestaria y fiscal que sólo requiere de una autorización previa de Economía. Pero que se ajuste a la legalidad no es un eximente ya que esos compromisos extra pueden alterar notablemente la contabilidad nacional.

Como entra dentro de lo previsible, el Gobierno saliente está ofreciendo a la delegación popular negociadora del traspaso la información formal al respecto. En todas las carteras el procedimiento para la ejecución del gasto se ajusta a las mismas cuatro fases: el anexo de lo que hay disponible; lo que pasa a disposición (porque ya ha sido comprometido); el reconocimiento del gasto (en cuanto ya hay una parte con la que hay pactada una obligación de pago); y el capítulo final de «pagados». Esta información es mensual y su grueso está incluso a disposición del Congreso. Pero lo que le interesa a Rajoy es esa letra pequeña que no figura en la contabilidad y que posiblemente no conocerá en su exactitud hasta que el nuevo Gobierno se reúna con los interventores y directores generales de cada Ministerio.

Desde el PP se citan ejemplos muy recientes de cuestiones no presupuestadas como el que la ministra de Ciencia y Tecnología firmó con el Gobierno vasco el jueves anterior al 20-N y por el que se comprometieron 40 millones de euros para crear un pionero Centro de Envejecimiento, con la previsión –dijo en su día el Ministerio de Ciencia y Tecnología– de que la UE financie alrededor del 50 por ciento del proyecto. El Presupuesto oficial sólo preveía 500.000 euros para ese concepto. Otro ejemplo de compromisos que pueden alterar la partida de gasto son los acuerdos firmados con universidades para costear determinadas obras de restauración. «Ahora las universidades tienen que devolver esos créditos y podría ocurrir que en 2012 no se cobre esa devolución», explican desde el equipo económico del PP.

Ayer se celebró la segunda reu-nión para negociar el relevo entre la delegación popular, que encabeza Soraya Sáenz de Santamaría, y la que representa al Ejecutivo en funciones, bajo la batuta de Ramón Jáuregui. La dirigente del PP, de acuerdo con Rajoy, ha optado por imponer un perfil técnico al equipo en el que se va apoyar para fiscalizar cada Ministerio. Ayer, a La Moncloa le acompañaron otros dos representantes del área económica, Fátima Báñez y Álvaro Nadal. Y de momento no han comenzado las conversaciones directas con cada Ministerio. Eso será ya materia de la próxima semana. Para documentarse sobre las cuestiones más relevantes de cada área Sáenz de Santamaría sí ha empezado a consultar a algunos portavoces parlamentarios de la pasada legislatura. Y al Gobierno le ha requerido la agenda pendiente de todos los Ministerios. Desde el PP advierten que ésta es una cuestión «muy importante» tanto a nivel nacional como internacional.

 

20mandatarios
En su primera semana tras la victoria, Rajoy ha conversado con una veintena de mandatarios europeos y de Iberoamérica. Ayer habló con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu; y el martes lo hizo con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.