De Mozart a Lazkano

Cualquier festival que se precie ha de incluir apartados dedicados a la música de cámara y la de nuestro tiempo, y la Quincena los hace compatibles con la ópera o los grandes ballets y conciertos. Nada mejor para difundir la música contemporánea que facilitar su acceso, y de ahí la excelente entrada que registró la sesión del Ensemble Recherche. Ramón Lazkano (1968) es sólo compositor local en cuanto a nacimiento, pues su música ha trascendido ya las fronteras. Su serie «Wintersonnenwende» se halla inspirada en el «Laboratorio de tizas», de Ramón Oteiza. Piano y chelo exponen la n.2, pieza sólida en tres movimientos de dimensiones amplias, y la n.3 reúne mayor dotación (piano, violín, chelo y percusión) en casi la mitad de duración. Estrenadas en Salamanca (2008) y Madrid (2009), presentan no pocas dificultades, especialmente la n.2, por la complejidad del diseño métrico de sus frases, y contrastaron con la inspiración cinematográfica de «Sérigraphie: Nocturne», de Johannes Schöllhorn (Murnau, 1962), de ambiente tan irreal como reiterativo.

Un gran cuarteto
El Ensemble Recherche realizó un esfuerzo digno de todas las alabanzas y difícil de ser recompensado con entusiasmo tan palpable como el que concitó el Cuarteto de Tokyo en un programa tradicional pero de gran coherencia en torno a Mozart, Schubert y Schumann, cuyo romántico «Cuarteto para cuerda Op.41 n.3» cerró una sesión en la que los artistas volvieron a mostrarse como uno de los cuatro mejores grupos de los últimos años, aunque de los fundadores ya sólo quede el viola Kazuhide Isomura. La incorporación del primer violín canadiense y el chelo británico se ha traducido en una menor agresividad de sonido, que se vuelve más aterciopelado, adecuándose mejor al repertorio elegido. Siempre se ha dicho que como un buen concierto de cámara no hay nada y los de Tokyo lo dejaron claro.