No se aclaran

Menudo lío se armó el presidente de la Feria Urbe, José Luis Miguel. Que no bajarán los precios de la vivienda. Que descenderán. Que se venderán más pisos. Que no se venderán. Da la impresión de dirigirse más a los promotores constructores que a los ciudadanos, como si estuviera ya en plena campaña electoral para sustituir en la Asociación a Salvador Vila y dar por finiquitado el amago de Vicente Llácer.
José Luis Miguel, por más prisas que tenga, no va a conseguir que la gente se lance a comprar viviendas antes de fin de año. El problema no es el deseo de este representante, sino que, dado el panorama económico actual, la mayoría va a esperar a que bajen los precios y a tener un trabajo estable. Si me apura, incluso a que un nuevo Gobierno reponga las deducciones. ¡Casi nada!.
 Y aunque ocurra todo esto, es más que probable que los constructores se vean obligados a bajar los precios. El pasado era un fin de ciclo, en cuyos defectos la sociedad quizás vuelva a caer, que caerá, dentro de 25 años. Y eso lo entiende hasta el sobrino de mi amigo Rogelio, de nueve años.
Ahora, la entidades de crédito tiene mucho que decir.
Así es la vida.