Roma
José Luis Corral: «Zenobia fue más relevante que Cleopatra»
En «La prisionera de Roma» novela la vida de la mítica reina de Palmira
Durante siete años, la ciudad de Palmira, en la actual Siria, creó un vasto imperio y desafió al poderío de Roma y Cartago. Fue una mujer, la mítica Zenobia, la que obró aquel oasis de tolerancia y sabiduría en el siglo III. Así lo ve el historiador José Luis Corral en su nueva novela, «La prisionera de Roma» (Ed. Planeta), en la que rescata a aquella bella y valerosa reina que osó desafiar a Aureliano y fue derrotada. Ya en el título, el autor apunta su tesis sobre el incierto destino de la protagonista.
-Rebelde, hermosa, justa... ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de personaje literario en su Zenobia?
-Nunca sabremos, porque el problema de la historia es que recoge únicamente una parte. En concreto, de Zenobia sólo se conocen cuatro páginas de la «Historia Augusta», y escritas por el enemigo. No tenemos su versión, sólo historias romanas muy manipuladas. Pero se puede intuir, por aquello que no se puede cambiar: los edificios, la arqueología. Tenemos la ciudad, fastuosa, con sus casas y templos. Y obviamente, si existió ese conjunto, es que la ciudad era magnífica y los gobernantes tenían un sentido de la estética, de la perspectiva, esplendoroso.
-Dice Zenobia en la novela: «De mí, sólo quedarán unas líneas escritas por quienes me odiaron aun sin conocerme».
-La historiografía es muy injusta. A veces, a personajes irrelevantes los convierte en héroes. Y eso pasa hoy. Belén Esteban no será nunca nadie, pero mira... Y personajes de una relevancia impresionante para el futuro pasan desapercibidos. Zenobia conquistó un imperio casi tan grande como el de Alejandro Magno. Son figuras paralelas. En cambio, Alejandro Magno es el gran conquistador, el gran referente del mundo antiguo, y Zenobia ha pasado desapercibida. Con Cleopatra, lo mismo: es más trascendente en la historia Zenobia, pero a Cleopatra se la ha convertido en una figura de relevancia, siéndolo menos.
-¿Qué podría haber sido de Palmira si no se hubiera cruzado en su camino el emperador Aureliano y la poderosa Roma?
-No lo sabemos, pero puestos a especular, creo que hubiera sido un imperio efímero. Y, si hubiera persistido más tiempo, habría sido arrollado por el islam, como les ocurrió al Imperio persa y al bizantino. El de Palmira estaba demasiado ajustado a la personalidad de Zenobia. Desaparecida ella, que era la que amalgamaba a Oriente, el imperio no tenía viabilidad.
-Fue un choque entre Oriente y Occidente, aunque no en el mismo sentido que el islam y Europa hoy.
-Oriente Medio siempre ha sido un mundo convulso, no sólo ahora, con las revueltas populares y la represión del Gobierno de Siria. Israel, Líbano, Palestina, el sur de Turquía, nunca se ha sabido muy bien si son Oriente, Occidente, el Mediterráneo... Es un cruce de civilizaciones: en Asia Menor se inventó la agricultura y la escritura.
-Dice un personaje, Cayo Longino: «Los romanos tendrían que conformarse con gobernar Occidente, donde se habla latín y las gentes son más rudas e incultas».
-Eso era así. El Imperio romano no era un mastodonte homogéneo, había muchas diferencias: el mundo oriental romano hablaba griego, el occidental, latín. Sus desarrollos económicos no tienen nada que ver. Occidente está en una decadencia tremenda, salvo la capital, pero las ciudades orientales son mucho más espectaculares. Palmira fue tan rica que, cuando cae y se lleva su tesoro a Roma, éste sirve para fortificar las fronteras, construir las murallas de Roma, levantar varios templos, pagar durante 50 años espectáculos circenses y darle pan y carne de cerdo a los habitantes de la capital.
-No le tiene simpatía a Roma frente a Palmira. Pero reconoce a Aureliano como un buen emperador.
-Sí, gracias a su política, a su firmeza y al tesoro de Palmira, el Imperio romano sobrevivió dos siglos más.
«La prisionera de Roma»
José Luis Corral
Planeta
832 páginas. 22,90 euros.
Hoy firman
- Por la mañana
Carlos Rodríguez Braun (Caseta 106), Marta Robles (213), Alberto Vázquez-Figueroa (66), Alicia Giménez-Bartlett (56), Clara Sánchez (320), Fernando Sánchez-Dragó (132), José Luis Corral (108).
- Por la tarde
Luis Eduardo Aute (53), Ana María Matute (288), Andrés Neuman (264), Antonio Muñoz Molina (191), Belén Gopegui (328), Javier Sierra (56), Julia Navarro (203).
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