Estocolmo

Bielorrusia y Suecia expulsan recíprocamente a sus embajadores

Bielorrusia expulsó al embajador de Suecia en Minsk, Stefan Eriksson, y Estocolmo respondió con la expulsión de los diplomáticos bielorrusos del país escandinavo, según confirmó hoy la misión diplomática sueca en la antigua república soviética.

"El régimen de (presidente bielorruso, Alexandr) Lukashenko expulsó al embajador de Suecia por su apoyo a los derechos humanos", escribió en su página de Twitter el ministro de Asuntos Exteriores sueco, Karl Bildt.

La decisión de las autoridades bielorrusas fue confirmada a los medios locales por la misión diplomática sueca en Minsk.

El Ministerio de Asuntos Exteriores bielorruso, sin embargo, negó que se trate de una expulsión y aseguró que al embajador escandinavo simplemente no se le ha renovado su acreditación.

"La parte bielorrusa no ha expulsado el embajador de Suecia. Se ha tomado la decisión de no prorrogar su acreditación", dijo a la agencia rusa Interfax el portavoz del ministerio, Andréi Savinij.

No lo entendió así el jefe de la diplomacia sueca, que en comparecencia ante la prensa en Estocolmo criticó con dureza la decisión de Bielorrusia.

"El régimen gobernante de Lukashenko tomó la decisión de expulsar a nuestro embajador. Le han incriminado hechos sin base alguna. En resumidas cuentas, culpan a Suecia de apoyar los principios diplomáticos y los derechos humanos en Bielorrusia", lamentó Bildt.

El jefe de la diplomacia sueca agregó que "Estocolmo no da la bienvenida al embajador de Bielorrusia que llega para asumir su cargo y ha pedido a los dos diplomáticos que están en Suecia que abandonen el país".

La decisión de Eriksson puede deberse al incidente ocurrido el pasado 4 de julio, cuando un avión sueco procedente de la vecina Lituania lanzó centenares de ositos de peluche con paracaídas y pequeñas pancartas en defensa de la libertad.

"Libertad de expresión, ya", "Apoyamos la lucha de los bielorrusos por la libertad de expresión", rezaban algunas de las pancartas que fueron lanzadas con ocasión del Día de la Independencia nacional en el noroeste del país.

Según las agencias, en el avión viajaban dos miembros de la compañía de relaciones públicas sueca Studio Total y varios opositores, disidentes y activistas de los derechos humanos bielorrusos exiliados en el país báltico.

Según Amnistía Internacional (AI), un fotógrafo y estudiante de periodismo, Antón Suriapin, podría ser condenado a siete años de cárcel por colgar fotos de los ositos de peluche en internet.

Suriapin, considerado preso de conciencia por AI, fue detenido como sospechoso de haber colaborado con los autores de la violación del espacio aéreo, lo que ha sido negado por la compañía sueca.

Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, ha acusado en numerosas ocasiones a los países vecinos, en particular a Polonia, de financiar e instruir a la oposición democrática bielorrusa para dar un golpe de Estado.