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«Una huelga en Semana Santa no es tolerable» ni «entendible» dice Vílchez

«Una huelga en Semana Santa no es tolerable» ni «entendible» dice Vílchez
«Una huelga en Semana Santa no es tolerable» ni «entendible» dice Vílchezlarazon

SEVILLa- El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, tachó ayer de «intolerable» la huelga convocada por el comité de empresa de Lipasam entre el Miércoles y el Sábado Santo para protestar por las medidas planteadas por el Consistorio con el fin de adaptar el convenio a la reforma laboral, unas propuestas encaminadas a «sanear la empresa» y que se traducen «en la defensa del carácter público» de dicha sociedad.

El edil, en declaraciones a Europa Press, se mostró convencido de que Lipasam «necesita modernizarse con urgencia» para «garantizar la prestación de unos servicios eficientes y sostenibles», algo que «es posible financiera y técnicamente si todos los actores sociales de la empresa trabajan codo con codo». Vílchez reiteró la disposición a «mantener cuantas reuniones y negociaciones sean necesarias» pero «sin ceder en la obtención de estos objetivos».

Vílchez consideró contradictorio «pedir el carácter público de Lipasam y no querer asumir el carácter de empleados públicos por parte de la plantilla». Se trata de una cuestión que «no entenderían ni el resto de empleados públicos ni los sevillanos», quienes «tampoco entenderían que con los sueldos y los beneficios sociales que tiene la plantilla la basura se quedara en las calles, con la situación de paro de Sevilla».

Por poner algunos ejemplos. El convenio de Lipasam conlleva un plan de viabilidad, una revisión salarial del 3,5% y consolidó más de medio centenar de empleos, sobre los 1.582 que hay de media. En 2010, tuvo 1.558 empleados, con un presupuesto global de 114 millones. La empresa gasta 100.000 euros en un plan de control de la eficacia de sus directivos. La deuda, en 2009, era de 41 millones. En 2010, y con un plan de saneamiento, el déficit seguía en torno a los 40 millones. Lipasam tiene una tasa de absentismo que ronda el 6%. Hasta la implantación de un plan de inspección –otros 100.000 euros– era la más alta del Ayuntamiento, en torno al 9%. La conocida como «paga de otoño», 1.400 euros netos, se niega a los trabajadores que falten más de 34 días o sumen cuatro bajas superiores a 23 días al año. Estas pagas van a un fondo que se reparte entre los empleados activos como plus de productividad. El convenio también conlleva ventajas para familiares.

«Una huelga en Semana Santa no es tolerable en la actual situación de crisis, cuando, además, en estas fiestas se contratan eventuales al tratarse de unos servicios esenciales», remarcó Vílchez. El secretario general de la sección de CC OO en Lipasam, Antonio Bazo, informó de que mañana se reunirán de nuevo con la dirección, con la que considera «muy probable» llegar a un «entendimiento».