Collado Villalba

Salvan a un bebé al practicar una cesárea a su madre fallecida en un atropello

Khadija, una joven de 26 años, murió ayer atropellada. Estaba embarazada de nueve meses, pero los sanitarios del SUMMA consiguieron salvar al bebé tras practicarle una complicada cesárea.

Mohamed, el cuñado de Khadija, anoche, en la puerta de la casa donde vivía con ella, su hermano y la pequeña Duay la pequeña Duaebé»
Mohamed, el cuñado de Khadija, anoche, en la puerta de la casa donde vivía con ella, su hermano y la pequeña Duay la pequeña Duaebé»larazon

No había lágrimas en los ojos, pero casi eran peor las caras de tristeza que tenían ayer los familiares y amigos de Khadija. Nadie entendía cómo en apenas un instante toda la alegría que había dado la noticia del inminente nacimiento de su hijo, se había convertido en la más cruel tristeza.

Esta joven marroquí de 26 años tenía toda la vida por delante y un plan de vida muy halagüeño. Su ojito derecho era Dua. Su pequeña de tres años a la que decidió hace poco dar un hermanito. Junto con su marido Rachid, que tiene 29 años, vivían una bonita historia de amor. Ella no trabaja en los últimos tiempos y él estaba feliz como cocinero en un restaurante de Collado Villalba.

Ayer, aprovechando que no tenía nada que hacer, decidió ir a comprar ropa para el bebé. «Iba a comprar a los chinos, cosas para el niño, pero al final...». La voz de Mohamed se corta. Le cuesta hasta hablar. Hace tan sólo tres horas que se ha enterado de la noticia y continúa muy impresionado.

«Mi hermano –el marido de Khadija– está muy muy mal, bueno, todos». La joven tenía dos hermanos que ayer se acercaron a su casa. Tampoco lloraban, pero sus caras eran un poema. Poco a poco fueron llegando más amigos y familiares. Muchos, como Mohamed, no entendían nada y miraban al infinito con incredulidad. La tragedia ocurrió a las siete menos cuarto de la tarde. A esa hora, Khadija y otras dos mujeres decidieron acercarse a los chinos para hacer compras para el bebé. Cruzaron por un paso de cebra, sito en la calle Camino de los Molinos número 10, pero la joven no llegó a la tienda.

Un coche que iba a toda velocidad no vio a las tres mujeres y no le dio tiempo a frenar. Se llevó a la marroquí por delante y la arrastró unos cuatro o cinco metros. El susto fue monumental y el terror se apoderó de las mujeres que comenzaron a chillar.

Enseguida se llamó a los servicios de emergencia y hasta el lugar de los hechos acudió una UVI del Summa que intentó reanimar a Khadija. La joven presentaba un traumatismo craneoncefálico severo y sus heridas eran tan graves que llegado a un punto, se optó por intentar salvar la vida del bebé que llevaba en las entrañas.

En cuanto al conductor, no se dio a la fuga y se puso también muy nervioso, aunque no precisó ser atendido por los facultativos. Más tarde, la Policía Municipal se lo llevó a dependencias policiales para tomarle declaración. El hombre no fue detenido, pero abandonó las dependencias imputado, según fuentes de la Guardia Civil.

En cualquier caso, la noche fue muy larga para la familia de Khadija que, a pesar de mantener con vida al pequeño, no tenía ni cuerpo para pensar en nada relacionado con el niño. A los padres de la joven, que se encuentran en Marruecos, no se atrevieron a contarles toda la historia. En un principio les contaron que Khadija estaba muy grave porque la habían atropellado, más adelante, le dirían que su hija está muerta.


Los ángeles del Summa
Si la muerte de Khadija suponía un duro desenlace para toda la familia, los sanitarios del Summa lograron que su fallecimiento no fuese tan amargo. El bebé de la joven marroquí tuvo la suficiente fuerza como para abrirse camino y respirar a los pocos minutos de perder a su madre. Según informó la portavos de Emergencias 112, cuando los sanitario llegaron al lugar, Khadija presentaba un traumatismo craneoencefálico severo. Se intentó reanimarla, pero entró en parada cardiorrespiratoria. Aún así, y durante un tiempo, los facultativos hicieron todo lo posible, cuando vieron que la perdían, decidieron hacerle una cesárea para salvar, al menos, la vida del bebé. Mientras se la practicaban tenían que continuar reanimándola para que le llegase el oxígeno. El bebé vino al mundo también en parada, pero se logró pulso. Un helicóptero del Summa le trasladó al hospital Puerta de Hierro donde continúa ingresado.