El Govern elogia la responsabilidad del PP ante el victimismo del PSC

BARCELONA- Si los indignados no lo impiden, el pleno del Parlament dará hoy luz verde al Govern para que pueda tramitar su proyecto de presupuestos. Será posible porque las enmiendas a la totalidad de PSC, ERC, Ciutadans y Solidaritat no prosperarán, ya que CiU votará en contra de ellas, mientras que el PP duda entre sumarse al rechazo u optar por la abstención. El gobierno catalán analizó ayer en su reunión semanal la postura que todos los grupos defenderán en el hemiciclo y acabó contraponiendo «la responsabilidad» del PP a la actitud victimista del PSC.
El portavoz del Govern, Francesc Homs, atacó con dureza al PSC por plantear una enmienda a la totalidad que, a su entender, es injustificable. «El PSC es quien tiene más responsabilidad de largo porque gobierna en Madrid y porque nos ha dejado en esta situación, y es quien mañana (por hoy) se presentará como víctima», criticó Homs. El portavoz afeó a los socialistas catalanes que no hayan hecho nada para que el Gobierno pague a la Generalitat los 1.450 millones correspondientes al fondo de competitividad y, en paralelo, se dedique a criticar los recortes sociales.
En cambio, Homs alabó la postura constructiva del PP, «el que menos culpa tiene de la situación y el que actúa con más responsabilidad». El portavoz también salvó de la quema a ERC por su «predisposición» al diálogo de unos presupuestos que, según el Govern, «son los que necesitamos colectivamente».

Oposición «constructiva»
Alicia Sánchez-Camacho respondió al guiño que le lanzó el portavoz del Govern agradeciendo a CiU un cambio de actitud en la negociación y, en especial, su «receptividad» hacia sus demandas. El PP se ha aferrado a la idea de ejercer una oposición «constructiva». Esto es, facilitar a CiU la «gobernabilidad», según Sánchez-Camacho, pero también cuadrarse cuando las propuestas del Govern no cumplen con las expectativas del PP, como pasa con los presupuestos calculados por Mas-Colell.
El PP evitará hoy que prosperen las enmiendas a la totalidad del resto de la oposición. Pese a este detalle con CiU, su discurso será «muy crítico» con las cuentas de Mas-Colell, una propuesta que para el PP, por ahora, mantiene recortes «excesivos» en sanidad, educación y políticas sociales.
Hasta el 20 de junio, el Govern tiene tiempo de debatir los presupuestos con el PP y con ERC, el resto de la oposición se ha apeado de la negociación. La misma Sánchez-Camacho avanzó que esta semana tiene previstas tres reuniones con la conselleria de Economía, para acercar posiciones. El PP ya ha dicho que no votará a favor de los presupuestos, pero no descarta abstenerse para facilitar su viabilidad. Los populares reclaman reajustar los recortes en sanidad, entre otras cosas, proponen reducir el gasto farmacéutico a cambio de que no se cierren quirófanos. En educación, insisten en reducir el número de barracones y en políticas sociales piden que se amplíen el número de personas que seguirán recibiendo las ayudas para las familias con hijos de 0 a 3 años, unas prestaciones que el Govern ha suprimido temporalmente. Como contrapartida exigen recortar en dietas, en cargos de confianza, el cierre de «algunas» de las embajadas, así como reformular la política exterior de la Generalitat, en el sentido de cambiar el modelo diplomático de Carod Rovira por uno meramente económico.
Las palabras de Homs –a quien el PSC llamo «hooligan»–, hicieron aún más insalvable la distancia con los socialistas que reprocharon al portavoz que les culpe para esconder el pacto CiU-PP.

Las once alcaldías del PP
Vestida de rosa, acorde con el buen humor del que ayer hacía gala tras la reunión del grupo parlamentario, Alicia Sánchez-Camacho, repasó el «éxito» del PP el 22-M. «El PP tiene siete alcaldes y en otras cuatro localidades un concejal nuestro será alcalde al menos durante un año, (...) además, estará en el gobierno de otros 40 municipios», añadió, tras constatar que se abre una nueva etapa en Cataluña.