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En 2008 se perdieron casi 170 millones de años de vida saludable debido al cáncer

Un nuevo estudio, publicado en 'The Lancet', ha utilizado una medida conocida como años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) para tener en cuenta no sólo los efectos de un cáncer mortal, sino también los efectos de los resultados no mortales de la enfermedad.

Los investigadores analizaron los datos de registros de cáncer en todo el mundo para estimar que, a nivel mundial, se perdieron 169,3 millones de años de vida saludable a causa de cáncer en 2008.

Según la autora principal, Isabelle Soerjomataram, de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) en Lyon (Francia), "aunque los AVAD totales son muy similares en todos los diferentes niveles de desarrollo humano, reflejan un aumento de la mortalidad prematura promedio en países de bajos ingresos y una mayor discapacidad y deterioro en los países de ingresos más altos. Nuestro estudio representa un primer paso importante hacia el establecimiento de una base de pruebas para resultados fatales y no fatales relacionados con el cáncer, para establecer prioridades en la lucha contra la enfermedad".

Freddie Bray, uno de los coautores del estudio, del IARC, añade que "nuestros hallazgos ilustran muy crudamente cómo el cáncer es ya una barrera para el desarrollo sostenible en muchos de los países más pobres de todo el mundo, lo cual se agravará en los próximos años si se descuida el control del cáncer".

Asia y Europa son los principales contribuyentes a la carga global de años de vida saludable perdidos por cáncer y, específicamente, los hombres en el este de Europa se enfrentan a la mayor carga de cáncer en el mundo (3.146 AVAD perdidos por cada 100.000 hombres). Respecto a las mujeres, la mayor carga se encuentra en el Africa subsahariana (2.749 AVAD perdidos por cada 100.000 mujeres).

El cáncer colorrectal, de pulmón, de mama y de próstata fueron los principales contribuyentes a las tasas de AVAD totales en la mayoría de las regiones, con un 18 - 50% de la carga total de cáncer. La contribución de las infecciones relacionadas con el cáncer del AVAD total (principalmente el cáncer de hígado, estómago y cuello de útero) fue alta en el Africa subsahariana (25% de todos los cánceres) y el este de Asia (27% de todos los cánceres), en comparación con otras regiones.

El estudio también destaca el hecho de que el mejor acceso a tratamientos de calidad no ha mejorado la supervivencia de un número de cánceres comunes asociados con mal pronóstico (especialmente de pulmón, estómago, hígado, y páncreas), haciendo hincapié en el papel fundamental que juega la prevención primaria.

En un comentario vinculado, el Ahmedin Jemal, de la Sociedad Americana del Cáncer en Atlanta, establece la diferencia entre la medida utilizada en este estudio y otras medidas de uso común: "a diferencia de las tasas de mortalidad y los recuentos que enfatizan las muertes que ocurren en edades avanzadas, AVAD da más peso a las muertes que se producen a edades tempranas, cuando las personas tienen más probabilidades de trabajar, criar a los hijos, y apoyar a otros miembros de la familia".