Cataluña

OPINIÓN: Un nuevo islam

La Razón
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No por haber participado en causas contra el islamismo radical tengo el más mínimo prejuicio religioso respecto a este credo religioso.
El problema está en su evolución; tanto la interpretación literal de la Biblia como la del Corán dan lugar a situaciones y planteamientos incompatibles con un mundo avanzado, pero lo cierto es que las sociedades con base cristiana han sabido evolucionar y aquellas en las que ha predominado el islam no.
Por eso sigo con interés el desarrollo de los acontecimientos en los diferentes países con mayoría islámica que estos días llenan los informativos y las páginas de la Prensa escrita. Sobre criterios diferentes parten de una base común, la carencia de libertades, y eso es lo que parecen querer los manifestantes en los distintos pueblos. Intentan propulsar una ola de cambio aunque todavía no sabemos adonde va a llegar.
El problema está en que lo que podría ser su referente, es decir Occidente, está inmerso en una crisis económica pero también de valores, y lo que ofrecen los radicales islamistas es precisamente la distorsión de unos valores que ponen en peligro al mundo tal y como hoy lo conocemos.
Creo que vale la pena que, entre todos, seamos sinceros. Occidente tiene que defenderse y hacer frente a los radicales sin tonterías ni medias tintas, pero también tiene saber exportar esos valores, mejor dicho la evolución de esos valores que permiten vivir en una sociedad libre, sin renunciar a un sentido trascendente de la existencia.