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ANÁLISIS: Movimiento imparable por Paloma García Romero

La Razón
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l ¿Cuál es la relación de Madrid con la fiesta taurina?
–La primera constancia que se tiene de la fiesta en Madrid es en 1202, en el Foro de la Villa de Madrid. En tiempos de los Reyes Católicos, hay varios bandos que recogen cómo, bien por la mejoría de la salud del monarca o por la conquista de Granada –en 1487–, se celebraron procesiones y corridas de toros. En el siglo XVII, se fomentaron las corridas de toros en sitios urbanos como el Campo del Moro, la Plaza de la Cebada o Lavapiés. La Plaza Mayor fue el primer escenario específico para los toros en Madrid. Hay constancia de plazas de toros por todo Madrid, como en el barrio de Salamanca, en el lugar que ocupa ahora el Palacio de los Deportes, o en Arturo Soria. En Tetuán también hubo una en Bravo Murillo hasta la Guerra Civil. Y, cómo no, Las Ventas, desde 1931.
 
l ¿Cómo surge la idea de proteger los toros en el consistorio?
–La iniciativa de proponer la fiesta de los toros como Patrimonio de la Humanidad surgió en Toro (Zamora), en 2011, y desde entonces se han movilizado cinco comunidades autónomas, declarando Bien de Interés Cultural la Fiesta, y cerca ya de 500 ayuntamientos de toda España como Badajoz, Almería, el Puerto de Santa María o Sevilla. También se han sumado diputaciones provinciales. Esto es ya un movimiento imparable. Como el artículo 2 de la convención de salvaguarda del patrimonio cultural nos permite hacer esta petición, nos parecía que la capital, con 3,2 millones de habitantes, debía hacer esta petición para lograr un peso específico, por la importancia que tiene Madrid, para lograr ese reconocimiento de la Unesco.

 

Paloma García Romero
Concejala de Madrid y presidenta de la escuela taurina Marcial Lalanda