Alicante en la cuerda floja por Gonzalo Alonso

Aunque se quiera afirmar lo contrario, lo cierto es que el Festival de Música de Alicante vive momentos complicados. Creado en 1985 para mostrar y promover la creación musical contemporánea, con el calificativo de «internacional» descolgado de su nombre hace seis años, se halla sin cabeza visible desde la desaparición del CDMC y la salida de Jorge Fernández Guerra, ya que Antonio Moral no quiso incorporarlo a sus competencias como director del Centro Nacional para la Difusión Musical. En su lugar ejerce como coordinador Francisco Cánovas. Esta edición, la XXVIII, no ha contado con presentación a la prensa en la sede del Inaem por problemas de «agenda» y sólo se ha realizado en Alicante. El presupuesto se ha establecido en 485.000, cifra que supone una reducción del 17% respecto al año previo, pero del 30% si se considera la cifra barajada inicialmente para el pasado año y aún más respecto a los años en que Juan Carlos Marset tiró la casa por la ventana con encuentros para discutir los «problemas del sector». Con buen criterio se ha prescindido de aquellas reuniones que se recuerdan como un inútil dispendio plagado de incoherencias para ampliar las actividades paralelas.

Si el festival se mantiene es, sobre todo, por el interés de la Diputación y el Ayuntamiento, que no desean que se pierda el cierto renombre conseguido. Ajustando cuentas, contando con los locales de estas instituciones y los conjuntos financiados directa o indirectamente por el Inaem será posible sacar adelante la presente edición, por cierto retransmitida en gran parte por una Radio Clásica que inexplicablemente aún tiene pendiente la presentación de su programación. Esperemos no llevarnos ninguna sorpresa.

Estamos ante 11 conciertos frente a los 16 de 2011, con 61 obras programadas pertenecientes a 51 compositores. En los 6 diferentes espacios se han programado 5 encargos (Torre, Coll, Zavala, Carles, Palmese y Aliaj), 20 estrenos en España y 16 absolutos. Cuenta, entre otros, con la ONE, que toca dos conciertos este fin de semana, la JONDE, el Birmingham Contemporary Music Group con Oliver Knussen, el Sax Ensemble con José Luis Temes y Carles Santos, el Ensemble Modern y el Cuarteto Diotima. Sería buen asunto que los ocho de precio más elevado ayudasen a superar los diez mil espectadores de la pasada edición.