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OPINIÓN: Confianza o miedo

La Razón
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El aumento del nivel de eficiencia, confianza y compromiso de los empleados tiene una influencia positiva en los resultados organizacionales. Por eso el «coaching» ejecutivo busca producir aprendizaje, cambio de comportamiento y crecimiento profesional, con el objetivo de aportar beneficios a la organización, ya que es una relación de desarrollo a corto plazo creada para lograr, de mutuo acuerdo, determinadas metas de rendimiento y aumentar el autoconocimiento que provocará el cambio de comportamiento, que tendrá impacto positivo en el éxito individual y en la satisfacción psicológica de los empleados.
El «coaching» ejecutivo implica que los directivos provean de «feedback» e ideas para gestionar y mejorar el rendimiento de los empleados, tratando de conseguir mejoras en el trabajo, ya que es el vehículo que facilita el cambio de comportamiento, así como una forma de intervención sistemática de «feedback» dirigida a mejorar las competencias profesionales, el conocimiento interpersonal y la eficacia personal.
El aprendizaje organizacional es una de las más importantes fuentes de ventaja competitiva sostenible que tienen las empresas. El proceso de descubrir e integrar conocimientos forma un ciclo iterativo de aprendizaje que se construye y profundiza de forma continua y culmina en un proceso de desarrollo.
Asimismo una buena evaluación de 360 grados puede identificar comportamientos con gran precisión para vincular a los empleados con los objetivos, valores y modelos de la organización.
La implementación del «coaching» ejecutivo en las organizaciones servirá para mejorar el clima laboral eliminando el «miedo» que se respira en muchas empresas.
En un estudio dirigido en 2009 por el doctor Luna-Arocas, de la Universidad de Valencia, donde se analizaba, entre otros factores, el clima emocional en las empresas, se encontró que una de cada dos (55 por ciento) vive con altas dosis de estrés y tensión laboral, y en un 33 por ciento de ellas los empleados afirman que se «respira miedo».
Este «respirar miedo» es como tangibilizar un clima emocional que provoca fundamentalmente el efecto más nocivo del miedo: la parálisis del desarrollo potencial y del rendimiento laboral.