Sólo el 10% de los taxis son «verdes»

MADRID- Aparte de los modelos híbridos más conocidos, la gran mayoría de los taxis ecológicos madrileños pasan desapercibidos, y eso que ya suman 1.594 vehículos. Una flota más silenciosa que la de motores de combustión y que, además, mejoran la calidad del aire de los madrileños ya que sus emisiones de contaminantes son mucho menores que las de un coche convencional.
Desde que, en 2007, gracias a un acuerdo de colaboración entre la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, se pusiesen en circulación los primeros diez taxis propulsados por gas y se abriese una línea de ayudas para que los conductores optasen por un vehículo «verde», se ha logrado que apenas un diez por ciento de la flota de taxis conste de coches propulsados por gas o electricidad.
«A la hora de dar el servicio no cambia nada, lo único que me dicen los clientes es que mi coche apenas hace ruido y parece que no está ni arrancado cuando nos paramos en los semáforos», explica Antonio, uno de los primeros taxistas que se apuntó a la moda de los taxis ecológicos.
Entre las causas que han llevado a más de un millar de profesionales a decidirse por los combustibles menos contaminantes están las subvenciones que este tipo de vehículos reciben. El consistorio madrileño ha convocado una nueva partida de ayudas de1.000 euros a los conductores que adquieran un nuevo taxi que no supere en sus emisiones de gas los 80 miligramos por kilómetro de óxidos de nitrógeno y los 160 gramos por kilómetro de dióxido de carbono y las principales empresas suministradoras no se han querido quedar atrás. Gas Natural Fenosa, por ejemplo, financia el suministro de los primeros 1.000 euros de gas natural comprimido. Repsol, por su parte, contribuye con una aportación de 500 euros en combustible para los profesionales que adquieran un vehículo con AutoGas (Gas Licuado del Petróleo).

31 gasolineras ecológicas
Uno de los reparos para comprar un vehículo respetuoso con el medio ambiente era la dificultad para repostar. Sin embargo, ya es posible llenar el depósito de gas natural comprimido, gas licuado de petróleo y bioetanol, en 31 estaciones de suministro de la capital. Asimismo se pueden alimentar las baterías de energía eléctrica, en 280 puntos de recarga distribuidos por todos los barrios de Madrid.