Viernes negro en las carreteras

MADRID- La carretera se convirtió ayer en una trampa para los madrileños que cogieron el coche. Todos los elementos se confabularon para atascar la ciudad prolongando la hora punta de la mañana en más de una hora. La lluvia, la huelga del transporte público, el fin de semana y varios accidentes colapsaron la capital.

Muchos ciudadanos prefirieron coger el coche a mojarse en una parada de autobús. También, al ser viernes, muchos madrileños que salen antes de trabajar procuran tomar su vehículo particular para viajar directamente desde el trabajo. Pero ayer también estaba convocada la huelga de EMT y Metro, que redujo a la mitad la circulación de trenes y autobuses en las horas punta y obligó a muchos viajeros a utilizar su vehículo.

Así, en la carretera de La Coruña (A-6) se registraron hasta 20 kilómetros de atascos e incluso el bus-VAO estuvo cortado momentáneamente debido a un accidente en cadena en el que una persona resultó herida leve. Entre San Fernando y Canillejas, en la A-2, también hubo siete kilómetros de retenciones y otras vías como la A-3, la M-40 y la M-30 estuvieron atascadas durante buena parte de la mañana, lo que se tradujo en que la hora punta se prolongó hasta pasadas las diez y media, una hora más de lo habitual.

Por la tarde, más de lo mismo. Sobre las cuatro de la tarde, la M-30 estuvo literalmente parada en algunos tramos, donde los conductores llegaron a bajar de sus vehículos para ver si había ocurrido algún accidente que había bloqueado la circulación. De nuevo la A-6 y la A-2 fueron las carreteras que más atascos registraron, aunque esta vez en sentido salida de la ciudad. Lo mismo ocurrió en el centro de la capital, en los bulevares que conectan las distintas carreteras por el interior de la M-30. A esto se unió el cierre del by-pass sur de esta vía por el incendio en el túnel que costó la vida a dos trabajadores.