Crisis en el PSC
Rubalcaba desafía al TSJC y llama a «mimar» la escuela en catalán
Compartió la Fiesta de la Rosa con una Chacón que debutó como candidata
Ningún candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno debe perderse la Fiesta de la Rosa, el acto más multitudinario del PSC que cada año se celebra en un merendero del Baix Llobregat (Barcelona). La cita congrega a los simpatizantes más afines al PSOE y sus aplausos sirven para medir la simpatía que despierta el candidato entre el electorado catalán, decisivo el próximo 20-N.
José Luis Rodríguez Zapatero no falló en 2003 ni en 2007, meses antes de ganar y revalidar su victoria en las generales. Y el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba no podía descuidar a su electorado más fiel en un momento en que pintan bastos para el PSOE, después de haber sido incapaz de torear los efectos de la crisis. El «aplaudímetro» no llegó, ni de lejos, a los resultados que obtenía Zapatero . Los simpatizantes, más pendientes de la carne y las brasas que del escenario, recibieron al candidato con un tibio palmoteo. Tras la intervención de Carme Chacón, que exhibió madurez sobre el escenario, el socialista apostó por defender el sistema lingüístico catalán, como ya había hecho el día antes la ministra, para intentar animar a la audiencia.
Empezó reconociendo que «yo no hablo catalán en la intimidad como decía José María Aznar», para luego admitir: «¡Qué suerte tenéis y qué envidia me dais por hablar dos lenguas!». Sin nombrar la sentencia que obliga a introducir el castellano como lengua vehicular en las escuelas, Rubalcaba animó a los cerca de 20.000 simpatizantes allí presentes a cuidar el catalán.
Idilio con el electorado
«Cuidad vuestro sistema educativo, queredlo y mimadlo, y cuidad a vuestros niños que son bilingües», dijo, en un intento de recuperar el idilio con el electorado catalán, que en 2003 y 2007 aupó al PSOE a La Moncloa.
En ninguna otra autonomía existe una distancia tan grande entre socialistas y populares, 17 escaños. Pero en los últimos cuatro años, Mariano Rajoy se ha volcado en Cataluña para recortar esta distancia. El candidato Rubalcaba intentó truncar la estrategia de Rajoy con un clásico: azuzar el miedo a la derecha.
Se mostró «indignado» con Rajoy «porque ahora viene a Cataluña como si nunca hubiera roto un plato». Le reprochó que tras haber hecho de «pirómano» atizando los ataques al catalán y al Estatut, ahora no puede presentarse como el «jefe de los bomberos». Y recordó que el recurso contra el Estatut, que ha derivado en la sentencia que cuestiona la inmersión lingüística, lo presentó el PP. Desde el PP, Jorge Fernández reclamó que se rebajara el tono. Explicó que con los 1.100 millones que el Estado espera recaudar con el Impuesto de Patrimonio, 300.000 jóvenes pueden tener un contrato de formación. Antes de despedirse, pidió el voto para el PSC: «Sin Cataluña no llegamos». Una demanda que también hicieron Montilla y Chacón, que ayer reapareció junto a Rubalcaba tras la pugna por encabezar la lista del PSOE. Chacón disparó contra CiU, a quien acusó de ser una sucursal del PP en Madrid. Proponen lo mismo en distinta lengua, «recortes» y «retallades», avisó una contundente Chacón..
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