La aerolíneas exigen una solución definitiva ante las pérdidas

¿Huelga de celo? No. Los controladores trabajan con el reglamento en la mano y cumplen a rajatabla los protocolos de seguridad como suelen hacer cuando negocian las condiciones de sus convenios laborales.

El lunes, la niebla en el aeropuerto de Madrid se convirtió en el aliado perfecto para que sólo se realizaran el 50% de las operaciones previstas en el aeropuerto más importante de España. Una de las compañías aéreas se queja de que un retraso de unos minutos en la llegada a cabecera de pista de uno de sus aviones le obligara a regresar a la terminal, solicitar un nuevo permiso de vuelo (slot) y demorar la salida en al menos una hora. Estas circunstancias suponen un gasto enorme de combustible al tener que estar los motores del avión encendidos durante un periodo de tiempo muy superior al normal. El resultado final es que más de la mitad de los vuelos de algunas de las principales compañías españoles están llegando a su aeropuerto de destino con retrasos por encima de los 30 minutos y en algunos casos más allá de las dos horas.

Un año nefasto
La situación excepcional que viven los aeropuertos españoles desde el pasado día 4, tras decretarse el estado de alarma, no es tan extraña en cuanto a las operaciones se refiere. El presente ejercicio está siendo una ruina para las compañías aéreas desde el punto de vista de las operaciones aeroportuarias. Sólo el mes de abril puede decirse que fue normal. El resto un desastre. Retrasos en los despegues que oscilan entre el 33% de los meses mejores y el 45% de los peores. Cualquier situación meteorológica o no es aprovechada por los controladores y sus mandos para «tirar de reglamento», siempre amparados en garantizar la seguridad aérea.

Desde que está vigente el Estado de Alarma el mejor día se ha saldado con retrasos del 30% en las operaciones de salida el aeropuerto de Madrid. El peor, casi la norma, con el 55%.
Las compañías están esperando una solución, aunque desconfían de que la retirada del Estado de Alarma vaya a mejorar las condiciones de vuelo.

Sólo Vueling ha tenido una mejoría de puntualidad en estos últimos días, tras pasar un verano muy duro, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes de la compañía con base en Barcelona
El presente ejercicio va a cerrar con los peores registros de puntualidad en muchos años. Ni los falso acuerdos entre Aena y los controladores del verano ni la militarización de hace unos días van a acabar con un conflicto larvado desde hace años.