Amélie alucina

«Quien dentro de unas horas hará estallar un avión con un centenar de pasajeros dentro, cuando tiene ocasión de escribir sus últimos pensamientos cae en el más delirante de los lirismos». Así se expresa el protagonista de la última novela de Amélie Nothomb en las horas previas al desastre, pergeñado para impresionar a su amada. La escritora belga-nipona-gala recala en la desmesura: un suicidio no le basta. Si Astrolabio se porta así, él, en contrapartida, destruirá el mundo. No sin antes dejar su testamento amatorio. Eso sí: se apresura a dejar claro que es un monstruo honesto pues, aunque provoque una catástrofe aérea, podrá ser cualquier cosa menos un terrorista, porque no reivindica nada. Sólo odia el odio, aunque paradójicamente lo experimente. Sobre estas premisas, edifica Nothomb un libro alucinógeno. Las constantes vitales de esta «nouvelle» son recurrentes: personajes extremos, situaciones imposibles y conversaciones delirantes. Un surrealismo donde se fusiona lo poético y narrativo a través de una desbordada visión y un verbo perfectamente esculpido. Su estilo es ya merecedor del adjetivo «nothombiano» y se sustenta en la mordacidad y la brillantez. Aunque ella siempre diga que «hay una novela que no ha escrito y debe acometer porque será su mejor libro», no es cierto. El mejor texto de Nothom es la suma de todos ellos.

«Viaje de invierno»
Amélie Nothomb
Anagrama
páginas 128
13 euros.