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El BCE el brazo ejecutor
Madrid- Lleva menos de mes y medio en el cargo y parece haber hecho más que Jean Claude Trichet en sus ocho años de mandato, que comenzaron el 1 de noviembre de 2003 y finalizaron el pasado 31 de octubre. Desde que está al frente del Banco Central Europeo da la sensación de que el mundo gira en torno a la institución monetaria europea con sede en Fráncfort. Ha bajado una vez al mes de mandato el precio del dinero –del 1,50% al 1%– sabedor de que la economía de la eurozona está en crisis. Ha dado barra libre de liquidez a los bancos y ha intervenido en los mercados secundarios de deuda hasta donde Alemania le ha dejado. Ahí está la clave del papel que va a jugar el viejo BCE en la Europa nueva que se ha configurado tras la última cumbre europea de Bruselas.
El BCE tiene como función principal desde su creación, el 1 de junio de 1998, el «mantenimiento del poder adquisitivo de la modena única y, de este modo, la estabilidad de precios de la zona euro». Nada que ver, pues, con los mandatos que tienen concedidos la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón, auténticos artífices de una política monetaria como corresponde a cualquier banco central.
Más protagonismo
Pocas cosas van a variar tras la cumbre de Bruselas. El BCE, eso sí, gestionará el fondo temporal de rescate europeo (FEEF) dotado con 250.000 millones de euros una vez descontado el coste del rescate de Grecia, y el fondo permanente (MEDE) que entrará en vigor en julio del próximo año, con una capacidad de 500.000 millones de euros. El primero está creado para proporcionar préstamos a los países de la eurozona con problemas financieros o para la recapitalización de los bancos y la compra de deuda soberana. El segundo únicamente se perpetuará. Pero nada que cambie los fundamentos del BCE, que ha comprado deuda de los países periféricos, especialmente de España e Italia durante los últimos meses, aunque con límites semanales de 20.000 millones de euros.
Mayores plazos
Lo que ha variado del BCE nada tiene que ver con los resultados de la cumbre. Al menos, porque Mario Draghi los adelantó el jueves, veinticuatro horas antes de que se conocieran los acuerdos finales de la cumbre, cuando la institución monetaria decidió (sin unanimidad) volver a bajar el precio del dinero hasta el 1%. El BCE prefiere, por encima de todo, satisfacer las necesidades de liquidez de los bancos de la eurozona. Así decidió prestar a plazos mucho más parecidos a los que presta la banca. De un máximo de 13 meses ha pasado a 3 años. En defintiva, barra libre de dinero hasta que se acabe la crisis.
Los poderes
1.- TIPOS MÁS BAJOS
Ayudarán a reactivar una economía europea que se ha estancado.
2.- GESTIÓN DEL FONDO
El BCE gestionará los dos fondos de rescate de la UE para países en dificultades.
3.- PLAZOS
Los bancos podrán obtener dinero del BCE a plazos de hasta tres años.
4.-GARANTÍAS
El BCE permitirá un nuevo abanico de garantías para prestar dinero al sistema.
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