África

El Cairo

Miles de egipcios irrumpen en el principal cuartel de la Seguridad Estado

Unos 2.500 egipcios irrumpieron hoy en el principal cuartel de los servicios de la Seguridad del Estado, órgano de represión del régimen de Hosni Mubarak, en el noreste de El Cairo, informó la agencia oficial, Mena.

Los manifestantes entraron en el edificio, ubicado en el barrio de Madinat Nasr, para buscar documentación importante antes de que sus responsables la quemen o destruyan, según la fuente.

Los manifestantes corearon consignas como "¿Dónde está la libertad entre nosotros y la Seguridad del Estado?", "Todo el pueblo dijo basta ya, la Seguridad del Estado debe ser pisoteada"y "La principal demanda de los revolucionarios es que la Seguridad del Estado debe caer".

Desde esta mañana se habían congregado numerosas personas ante el edificio para pedir la disolución de estos servicios e intentaron entrar, pero el Ejército lo impidió con el despliegue de soldados, apoyados por vehículos blindados y carros de combate.

Cientos de manifestantes consiguieron entrar en otras sedes de ese cuerpo de seguridad como las ubicadas en Guiza y en 6 de octubre, en el oeste de la capital, donde varios agentes dispararon sin causar víctimas contra los manifestantes.

Heridos 21 agentes
Esta mañana, las Fuerzas Armadas evacuaron a primera hora otro cuartel de la Seguridad del Estado, en la zona de Ramla en Alejandría, donde 21 agentes resultaron heridos el viernes por la noche al irrumpir una multitud en el inmueble.

El Ministerio del Interior egipcio anunció que lleva a cabo un estudio urgente para reestructurar ese servicio. La eliminación de ese aparato de seguridad es una de las principales demandas de los manifestantes tras la renuncia del presidente Mubarak el 11 de febrero y la dimisión el jueves pasado del primer ministro Ahmad Shafiq, designado por el exjefe del Estado.

Precisamente hoy comenzó el juicio contra el exministro del Interior Habib al Adli, detenido en prisión preventiva, por presunto blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito. Al Adli, una de las figuras más odiadas del régimen de Mubarak por significarse en la represión policial, se declaró inocente ante la corte, que decidió posponer la vista hasta el próximo 2 de abril.