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Cuando es «pecado» decir Navidad

Cuando es «pecado» decir Navidad
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EL CAIRO- Hoy los cristianos egipcios celebran su Navidad, aunque tienen pocos motivos de alegría después de un año en el que la violencia sectaria se ha recrudecido, los ataques contra ellos han permanecido impunes y sus esperanzas en la revolución se han visto frustradas. El peso de los salafistas en las urnas (20%) les inquieta. En estos días han advertido que decir Feliz Navidad es pecado. Hace un año, en Nochevieja tuvo lugar uno de los atentados más sangrientos contra la comunidad cristiana, que representa alrededor del 10% de la población en Egipto: 20 personas murieron y unas 100 resultaron heridas cuando un coche bomba estalló junto a una iglesia de Alejandría. Nadie ha sido condenado aún por el atentado, del que el régimen de Mubarak culpó a grupos extremistas vinculados a Al Qaeda y que, después de la caída del dictador, se ha especulado que podría haber sido orquestado incluso por el propio ex ministro del Interior Habib El Adly. Antes o después de Mubarak, la violencia contra los coptos nunca ha sido ni perseguida ni castigada, como en el caso del ataque de Navidad de 2009 en el sur, en el que seis fieles murieron tiroteados a la salida de misa. La revolución no ha traído justicia, ni esa igualdad soñada por los cristianos, que han sufrido varios ataques desde que estalló la revuelta el 25 de enero. El activista Hani Abdala ha documentado los más graves registrados contra templos, seguidos por disturbios y represalias, como el último y más sangriento del mes de octubre: una manifestación cristiana fue brutalmente reprimida por el Ejército y murieron 25 personas, muchas aplastadas por los vehículos militares. El hecho marcó el punto de inflexión para la comunidad copta, que empezó a sentirse no sólo discriminada sino desprotegida y atacada por su propio Estado. El hecho ha permanecido también impune; y esta semana el grupo cristiano Jóvenes de Maspero ha rechazado las felicitaciones oficiales de Navidad de las autoridades egipcias, hasta que estas castiguen a los culpables. Asimismo, los activistas han rechazado la invitación hecha por la Iglesia copta a los mandos del Ejército –que gobierna Egipto desde la caída de Mubarak– y líderes de los partidos islamistas para que atiendan las misas de Navidad. A través de las redes sociales, los cristianos han hecho un llamamiento para que no se celebre la Navidad de forma festiva en honor a los mártires. Hani Abdala explica a LA RAZÓN que este año «la Navidad viene acompañada de una acritud especial después de toda la sangre vertida». Además, esta semana han concluido las elecciones parlamentarias en las que los islamistas se perfilan como los ganadores indiscutibles. A la espera de los resultados oficiales, los partidos islamistas se habrían hecho con un 70% de los escaños.