Blanco se reunió con Dorribo en un coche del PSOE

De hecho, aseguró que con el empresario no ha tenido apenas relación, sólo lo saludó en unas pocas ocasiones. Y sobre la nave de Azkar en Sant Boi, se limitó a contestar que puso en conocimiento del entonces Secretario de Estado, Isaías Táboas, las dificultades para obtener la licencia que le transmitió Orozco. Precisamente, Táboas señaló el pasado día 13 que el ex titular de Fomento le dijo que se «interesara por el problema» de ese empresario con la licencia.

La reunión entre Dorribo y Blanco se produjo el 5 de febrero de 2011 y Blanco llegó en un coche del Partido Socialista, no en el oficial del ministerio, ya que venía de participar en actos del partido en La Coruña e intervendría en otros después de la comida «de las truchas» a la que había sido invitado junto a otros empresarios.

Al llegar a la estación de servicio, donde sus escoltas se habían citados con la Guardia Civil «para que les acompañasen», estaban su primo, Dorribo y un dirigente de una cooperativa farmacéutica.

Tomaron café, afirmó Blanco al respecto, Dorribo se subió al coche «por indicación» suya, «pero era un coche del Partido Socialista, no del ministerio». En ese vehículo iban el conductor y uno de sus escoltas, «el lugar menos íntimo para hablar con alguien, dado que había dos personas más dentro del coche».

En este sentido, destacó que el lugar donde se reunieron es de mucho tránsito, y «por lo tanto, los encuentros son visibles para muchísima gente», por lo que, añadió, su encuentro con Dorribo «puede decirse que ha sido con luz y taquígrafos y con testigos dentro del coche.

Por ello, el ex titular de Fomento aseguró al instructor del Supremo, José Ramón Soriano, que todas las acusaciones de Dorribo «son falsas, manipula información, fechas de encuentros para tratar de construir un relato falso... nunca ha pedido ni recibido dinero de nadie ni ha presionado a ningún ente de la Administración, ni a sus superiores para que hicieran cosas contrarias a Derecho». Su conclusión fue igualmente rotunda: «nunca ha recibido ni un euro, ni directa ni indirectamente de nadie».


«Soy el primo de Pepe»
En la preparación de la reunión en la gasolinera de Guitiriz entre Dorribo y Blanco tuvo un papel muy activo el primo del ministro, Manuel Bran. Horas antes de que se produjera el encuentro, Bran telefonea a Dorribo y le deja un mensaje en el buzón de voz en el que no tiene reparos en presentarse como "Manuel Bran, el primo de Pepe"antes de darle indicaciones sobre la manera de proceder en la cita con el titular de Fomento «para que no nos vean». Y eso que Blanco declaró en el Supremo que conoció a Dorribo en octubre de 2009 en la colocación de la primera piedra sobre el nuevo puente del río Miño, donde «sólo se limitó a saludarlo», y «desde ese día no tuvo relación con él», acudiendo a la reunión de la gasolinera porque su primo se lo pidió para que Dorribo le comentase un asunto.

Además, el fiscal alude en uno de sus escritos a la «información importante» que Orozco remitió a Blanco sobre el empresario Amador de Castro, quien, precisamente, declarará como testigo el próximo día 23.

En esa conversación telefónica, Orozco le dice al ex ministro que «Amador le quiere contar una cosa, pero que ande con prudencia», a lo que Blanco le pregunta los motivos por los que «en Lugo le metieron ahí». La respuesta de su interlocutor fue reveladora: «porque el tío lleva ahí braceando no sé cuánto tiempo y yo creo que le dio alguna obra a tu primo, a Bran...y entonces Bran se vio un poquito obligado, yo creo que los temas te vienen por ahí, «sabes?.

En relación con la expropiación de terrenos para la ampliación del aeropuerto de La Coruña, Blanco y Orozco mantienen una conversación telefónica el 17 de febrero de 2011 en la que el ex ministro le dice al empresario «¿Vale? y el otro tema...eh...de La Coruña...Eso también se resuelve, que va bien, ¿eh?», a lo que su interlocutor le respondió de forma eufórica: «Vale, magnífico, magníficas noticias, muchas gracias Pepe».
Sobre este tema de las expropiaciones, Blanco declaró ante el Supremo que, como ministro «tenía mucho interés» en acelerarlas, «porque tenía interés en comenzar las obras de ampliación cuanto antes».

Dificultades de la nave
También rechazó cualquier gestión en favor de su amigo Orozco para la obtención de la licencia que permitiese la construcción de una nave en Sant Boi, que llevaba meses sin obtener respuesta del Consistorio.

Ambos se reunieron en el Ministerio de Fomento y fue allí donde Orozco le planteó esa cuestión. Al tratarse de una competencia del Ayuntamiento de Sant Boi, aseguró Blanco al juez, se lo trasladó a su Secretario de Estado, «y le consta que éste habló con el alcalde» y que, posteriormente, «hubo una reunión en la que se aclararon los temas objeto de esta situación».

También abordó esos «problemas» con el entonces director de su Gabinete, Javier Hurtado, a quien le preguntó por la tramitación del citado expediente. Hurtado le informó que llevaba seis meses sin informe en contra y sin objeción administrativo «y que en 15 días lo resolvería».

Sin embargo, aseguró que esas fueron todas sus gestiones, ya que, dijo, ni dio indicaciones a su Secretario de Estado, Isaías Táboas, ni habló con el entonces alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, «para que se resolviera esta situación, más allá de su preocupación lógica en estos temas». Con anterioridad, justificó que consultase a sus subordinados sobre esa obra: «La responsabilidad de un administrador público es agilizar los procesos, sobre todo cuando se trata de crear empleos».

Empresarios citados a declarar
Las declaraciones de los testigos por el «caso Campeón» se reanudarán el próximo jueves en el Tribunal Supremo, con la comparecencia de los empresarios José Antonio López Arias y Amador de Castro.