Más gas

L a técnica es a veces como la moda, que se repite tras unos años. Renault empezó a utilizar el gas de escape para aumentar el flujo de aire sobre el difusor y aumentar su eficacia con la baja presión que hay por debajo en los gloriosos ochenta (cuando el mejor rock español, en mi opinión). Se había prohibido el efecto suelo y el difusor cobró más importancia. Los gases de escape de los motores turbo, al haber pasado por la turbina, eran menos turbulentos. Después se desechó porque hacía que la carga aerodinámica, y por tanto el equilibrio del coche, dependiese demasiado de cuánto se pisaba el acelerador. Newey lo volvió a utilizar en McLaren hace unos años, pero lo descartaron. Este año, con los pontones laterales más grandes debido al depósito de gasolina más voluminoso y la reducción total de carga aerodinámica cualquier mejora es bienvenida. Ferrari, entre otros, lo ha introducido con éxito. Como la ventilación por los pontones es un peor debido a los nuevos escapes, han tenido incluso que aumentar el tamaño de los radiadores. A veces un cambio en un componente trae una revolución alrededor, por eso el que acierta primero acierta dos veces.