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La Patronal a los sindicatos: «Por la fuerza se logran pocas cosas»
Les pide que se disuelvan 24 horas antes del paro para dejar reflexionar a los ciudadanos y exigirá responsabilidades si utilizan la «fuerza bruta»
Valladolid- A medida que se acerca la huelga general convocada por los sindicatos contra la reforma laboral del Gobierno, crece también la preocupación entre los empresarios por sus graves consecuencias económicas y para el empleo, así como por la mala imagen que se dará de España, en un momento como el actual, en el que lo que nuestro país necesita es justamente lo contrario.
La Patronal castellano y leonesa Cecale se teme también la actuación de los denominados «piquetes informativos» en esta jornada de huelga, y propone a los sindicatos que si realmente son informativos, como dicen, que se disuelvan un día antes del paro general, para dejar a los ciudadanos que reflexionen y adopten libremente su decisión de acudir y secundar la huelga general o no, como ocurre siempre que hay convocatoria de elecciones. «Los piquetes sindicales son siempre más coercitivos que informativos, y en todas las huelgas anteriores siempre han tratado de impedir que los ciudadanos acudiesen a su puesto de trabajo libremente», se queja Santiago Aparicio, vicepresidente de la patronal castellano y leonesa Cecale, tras advertir a las centrales de que «por la fuerza se consiguen pocas cosas», y recordarles que si emplean la fuerza bruta exigirán después las responsabilidades de cada uno.
Aparicio considera que considera Estado de Derecho en España «está maduro», y que los ciudadanos han demostrado con creces que tienen poder de decisión, por lo que está convencido de que no hace falta la organización de piquetes. Asimismo, desde la Patronal insisten en que la reforma laboral aprobada la semana pasada por el Gobierno es necesaria para modernizar el marco de relaciones laborales de nuestro país, y reiteran su petición de diálogo a los sindicatos para evitar una huelga general «que será perjudicial para España».
Los sindicatos, por su parte, desde que el Gobierno aprobase la reforma laboral, se están recorriendo la Comunidad de arriba a abajo para explicar a sus delegados y trabajadores todos «sus males», y como se temen que el Gobierno no dará marcha atrás, ya han amenazado con nuevas medidas de presión para seguir agitando la calle. «No se irán de rositas», llegó a decir recientemente el líder de UGT, Agustín Prieto del Gobierno.
Además, y aunque tanto UGT como CCOO confían en que la huelga general del próximo 29 de marzo será pacífica, han puesto en tela de juicio la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los que piden respeto y que se centren en amparar el derecho a la huelga. Si bien, los sindicatos no dicen nada de respetar al trabajador que no quiera secundar este paro general.
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