Río+20 casi ya

¿Se acuerdan de mi artículo para «Planeta Tierra» del 21 de enero de 2012 titulado «Río+20 a la vista». Como es natural… para nada. Pero para eso estamos aquí, para recordar, ya más cerca, que Río+20 va a celebrarse entre el 20 y el 22 de junio próximo.

Esas fechas nos llevan a repasar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que se adoptaron en el año 2000, con los siguientes propósitos hasta 2015: reducir a la mitad la pobreza extrema; enseñanza primaria universal; igualdad de géneros; reducir la mortalidad infantil; me­jorar la salud materna; frenar la propagación del VIH/SIDA; promover la sostenibilidad del medio ambiente, y fomentar la asociación más estrecha para el desarrollo mundial.

Sobre esos ODM, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dice que «han ayudado a millones de personas a escapar de la pobreza extrema, etc. etc». Sin embargo, como la propia ONU reconoce: «Queda un largo camino por recorrer…».

Por ello mismo, Río+20, en medio de la vorágine mundial de una crisis económica que ahora parece extenderse del mundo más avanzado a los emergentes y a los países en vías de desarrollo, podría ser un encuentro crucial. Y no se trata de que se presenten en la capital fluminense un centenar de jefes de Estado y de Gobierno; sino de que los ODM se materialicen en realidades.

Pero sucede que las prioridades mundiales en la hora presente, no van en la dirección apuntada. A los Gobiernos más o menos despóticos que nos rigen, les interesa seguir en un recrecimiento del armamentismo, en subsidiar sistemas productivos obsoletos, o mirarse en el propio ombligo. Por eso, no hay que dar mucho hilo a la cometa de la esperanza, e insistir para que las actitudes nacionales tan egoístas que contemplamos, den paso a una solidaridad internacional efectiva.