País Vasco
Antonio Salvá: «Con la legalización de Bildu mataron a Diego de nuevo»
No sabía lo que significaba el sustantivo «víctima». Estos años de lucha antiterrorista, en el «victimódromo», me he dado cuenta de que me tenía que preparar para lo peor, puesto que a mi hijo Diego lo asesinaron varias veces. Le mataron el mismo día que le pusieron la bomba debajo del coche. Asesinaron a Diego cuando los jueces de la Audiencia Nacional excarcelaban a etarras, le asesinaron cuando el Tribunal Constitucional legalizó a Bildu-ETA con alevosía. Y todo esto ha supuesto una terrible humillación y una auténtica puñalada para mí y para el resto de víctimas a las que nos apuñalaron doblemente todos los componentes y responsables del «caso Faisán».
Acabar con el terrorismo forma parte de una cadena, en la que están enlazados la sociedad vasca, las Fuerzas de Seguridad del Estado, los jueces y los políticos. Pero, si no acabamos con el apoyo social a ETA, no haremos absolutamente nada.
Los terroristas tienen muy protocolizada su manera de captar a los jóvenes para que se hagan los etarras o «gudaris» que son. Ésa es la guerra real, la clave para el fin de las armas. Hay que romper su entramado, y son los jóvenes vascos los que tienen la llave de ese futuro. Que los terroristas dejen las armas puede incluso constituir una trampa, porque siempre habrá una pequeña facción que no las dejará.
Ya los teníamos práctica mente vencidos, acorralados –gracias a las Fuerzas de Seguridad del Estado y a la Policía francesa, que en los últimos años ha hecho una labor increíble–, cuando por una orden política del TC, –cosa que fue repugnante– se legalizó otra vez a Bildu-ETA, en contra de una sentencia del Supremo. Es como si en EE UU Al Qaeda se presentase en las elecciones. ¿A caso les dejarían? Ya los teníamos y por una orden política se les puso el despertador en la oreja, por intereses meramente políticos, y el transmisor fueron los jueves. ¿Por qué? Ésta es la gran pregunta. ¿Por qué interesa que ETA exista? ¿A quién le puede interesar? Todavía no tengo la respuesta a estas preguntas...
ETA nació del mismo PNV y en estos últimos años han encontrado en ellos sus grandes defensores. Recuerdo aquella frase de Zapatero a Urkullu en la que le recordaba: «Aún nos queda el Constitucional», como queriendo demostrar que era donde él mandaba.
El futuro está en manos de los jóvenes, en que sepan la verdad de la historia del pueblo vasco, y no una historia parcial, en su educación, en las escuelas. La droga no se vende si no hay compradores y ETA se acabará el día que no tenga a nadie a quien fichar para su cantera. Porque gracias a los jóvenes que asesinan se mantiene un entramado político-económico muy fuerte. En el País Vasco nunca habrá libertad hasta que esto suceda. Sólo entonces serán libres.
Antonio Salvá
Padre de la última víctima de ETA
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