Buenos Aires
Verdasco vence a su demonio
«Fer» se sobrepone a varios contratiempos y tumba a Kohlschreiber. Nadal vence a Hewitt
Perder siempre molesta, pero hay un partido que Fernando Verdasco tenía clavado. Fue el último que disputó contra Kohlschreiber, el año pasado en los cuartos de la Copa Davis, una competición que siente, la que le hizo dar un salto de calidad en 2008. El alemán le derrotó en cinco sets y en tierra. Por fortuna, Ferrero lo arregló después y España pasó a semifinales, más tarde a la final, y ganó la Ensaladera. «Fer» volvía a enfrentarse ayer a Kohlschreiber y en el primer set nada salía bien. El español hablaba para sí mismo. Mala señal. Cuando empieza así, cuando sus demonios aparecen, cualquier cosa puede suceder. Por ejemplo, que estalle, como ocurrió en la final de Niza, cuando cargó contra el público francés. Pero «Fer» está aprendiendo a controlarse. Sólo cuando está en equilibrio saca su mejor tenis. Le está costando alcanzar ese estado en París, pero al menos no se desmorona, como hubiera pasado antes de la conquista de la Davis en Buenos Aires. «Fer» se lamenta, grita y blasfema, pero sigue jugando. Aguanta y gana. Ayer se rehizo a la pérdida del primer set, dio la vuelta al resultado y empezó la cuarta manga con 0-3 en contra. Pero continuó. Remontó otra vez, y entonces se le rompió la uña de un pie, le dolía el tobillo y cedió el parcial en el «tie break». Pero tampoco se rindió. Se agarró a la pista para vencer en cuatro horas y citarse en los octavos con Almagro. El murciano sufrió en la primera jornada, pero a partir de ahí ha arrasado.Y más allá, si todo va normal, el que venza entre «Nico» y «Fer» se las verá con Nadal, en cuartos. Antes Rafa deberá superar al brasileño Bellucci. El número dos del mundo estuvo irregular en tercera ronda, aunque en Roland Garros eso no es sinónimo de sufrimiento para él. Si no, que se lo pregunten a Hewitt, su última víctima. Simplemente cede unos cuantos servicios, pero siempre menos que los «breaks» que logra a favor. Para Ferrer y Ferrero llegó el final. «No tengo mentalidad para ser el de 2007», se resignó «Ferru».
-Resultados: Gabashvili (Rus) a Roddick (EE UU), 6-4, 6-4 y 6-2; Melzer (Aus) a Ferrer, 6-4, 6-0 y 7-6; Djokovic (Ser) a Hanescu (Rum), 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2; Almagro a Dolgopolov, 6-3, 6-3 y 6-4; Verdasco a Kohlschreiber (Ale), 2-6, 6-3, 6-3, 6-7 y 6-4; Ginepri (EE UU) a Ferrero, 7-5, 6-3, 3-6, 2-6 y 6-4 y Nadal a Hewitt (Aus), 6-3, 6-4 y 6-3.
Pastillas para SerenaSerena Williams es una bestia jugando al tenis, pero es humana. Es la número uno del mundo y tras vencer ayer a la joven Pavlyuchenkova se aseguró seguir siéndolo acabe como acabe el torneo. Pero lo pasó mal. Arrasó en el primer set y, de repente, se vino abajo. El problema era un virus, la fiebre, que le llevaron a perder cinco juegos seguidos y el segundo parcial. «Me había quedado sin energía, mareada y con tos», reconoció Serena. El médico le dio unas pastillas y todo solucionado: 6-1, 1-6 y 6-2. El duelo estrella del cuadro femenino, Henin contra Sharapova, no pudo terminar por falta de luz. Cada jugadora había ganado un set: 6-2 para le belga y6-3 para la rusa.
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