Caracas
Gadafi acorralado
Los rebeldes libios han entrado en Trípoli y la controlan casi en su totalidad, pero la ciudad aún no está «limpia», tal y como dicen los combatientes: las células gadafistas todavía están presentes y actuando, sobre todo los francotiradores, que representan un peligro para los milicianos y los civiles. Lo que queda del Ejército de Gadafi son sus fieles, que han cogido las armas y siguen luchando contra los revolucionarios en la capital, desplegando la artillería pesada de la que aún disponen, por ejemplo en el aeropuerto y el puerto de Trípoli, pero sobre todo en los alrededores de Bab al Azaziya, el complejo fortificado y residencia de Muamar Gadafi, que es lo único que queda de su régimen en la capital.
En Bengasi, el Consejo Nacional Transitorio –el Gobierno de facto de las áreas rebeldes y que ya ha tomado su papel a nivel nacional– admitía que los rebeldes controlaban cerca del 90% de la capital y que no habían conseguido entrar aún en la casa de Gadafi, que sigue en paradero desconocido.
¿Donde está Gadafi?
Nadie sabe dónde está el coronel y cuándo y cómo terminará su dictadura de más de 40 años, aun así, el presidente del Consejo Nacional de Transición, Mustafa Abdel Yalil, ya dio ayer por terminada la «era Gadafi». No hay indicios de que éste haya salido del país y podría estar en Bab al Azaziya, rodeado por los enemigos, por los que no se sabe si se dejará matar o se suicidará antes.
Esas son las posibilidades que se barajan en las calles de Bengasi, donde conocen bien al coronel, y esperan un final espectacular y su última sorpresa.
Mientras, se especula que Gadafi podría estar preparando su exilio, quizás en Argelia, país que no le ha dado la espalda desde el comienzo del conflicto, o en alguno de los países africanos que el dictador compraba literalmente con los petrodólares que no destinaba a su pueblo y con los que también se ganó la lealtad de los miles de mercenarios que habrían luchado esta guerra por él.
Ahora, éstos estarían huyendo y a Gadafi le quedarían pocos hombres sobre el campo de batalla y en los despachos. Su primer ministro está en Túnez, sus hijos han sido detenidos o asesinados, y los amigos que pudieron huir antes de que el barco se hundiera lo han hecho en los últimos días. La cadena árabe Al Yazira informó ayer de que habían sido hallados los cuerpos de Jamis Gadafi, hijo del dictador y comandante de la conocida como Brigada Jamis, y del jefe de los servicios secretos gadafistas, Abdalá al Senusi
Hasta los mercados indicaban ayer que la guerra está a punto de terminarse, con una bajada de los precios del crudo, gracias a las perspectivas de que Libia reanude su producción en breve. Los rebeldes ya se habrían hecho con el control definitivo del enclave petrolífero de Brega, en el este, que es el más importante del país, y avanzan hacia el oeste.
Trípoli, dividida
A pesar de todo, continúan los enfrentamientos en ese frente, al igual que al oeste de Zliten, desde donde los revolucionarios tratan también de alcanzar Trípoli, a unos 30 kilómetros de distancia.
En estos seis meses nunca perdieron la esperanza de tomar la capital, la única e irrenunciable, tal y como han asegurado tantas y tantas veces ante los temores de que Libia pudiera partirse en dos, la Libre y la de Gadafi. Ahora ya es una sola, o casi, porque no se sabe qué está pasando en las localidades todavía bajo control gubernamental como, por ejemplo, la ciudad natal de Muamar, Sirte. Pero, los rebeldes parecen dispuestos a «limpiar» todas las localidades del país, donde no están encontrando resistencia, sino alivio por parte de la población.
El Gobierno rebelde, que cuando fue fundado en marzo dijo que su sede sería Trípoli y que lideraría todo el país hacia una democracia, anunció ayer que está organizando su traslado de Bengasi a Trípoli, que prevé estará liberada por completo en un plazo de 48 horas. Algunos de sus miembros ya estarían allí organizando la era post Gadafi que para el CNT ya ha comenzado.
También para quien se ha convertido, junto con Francia, en el principal valedor de los rebeldes.
Estados Unidos dio por zanjada la tiranía de Gadafi con una declaración del presidente Obama. «Aunque está claro que el régimen de Gadafi está acabado, todavía tiene la oportunidad de reducir el derramamiento de sangre cediendo explícitamente el poder al pueblo de Libia y pidiendo a sus fuerzas que continúan combatiendo que entreguen las armas», remarcó.
Desde la mansión en Massachussets donde pasa las vacaciones, anunció que los rebeldes pueden ver «un socio y un amigo» en EE UU, que ya ha movilizado para atender las peticiones de suministros del Gobierno de Bengasi y en particular la ayuda humanitaria y la necesaria para atender a los heridos.
Un refugio
En Venezuela o Zimbabue
A tenor de las últimas declaraciones del presidente Chávez, Venezuela podría ser uno de los destinos donde el coronel Gadafi encontraría refugio sin problemas. Chávez acusó ayer a EE UU y Europa de perpetrar una masacre en Libia para «tomar las riquezas del país». Caracas ha ofrecido en numerosas ocasiones su mediación para buscar una salida a su «amigo» Gadafi. Zimbabue podría ser otra opción para escapar de la orden de captura internacional. Mugabe, que habría enviado mercenarios en apoyo de Gadafi, es otro paria global.
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