Londres

La vergüenza consentida de Gibraltar

La visita de los príncipes de Gales a España ha reabierto las heridas de un contencioso que está a la cola de las prioridades del Gobierno de Zapatero

Los príncipes de Gales, ayer, durante su visita a Sevilla
Los príncipes de Gales, ayer, durante su visita a Sevillalarazon

Madrid.-El Príncipe de Asturias sorprendió en la cena de gala del pasado miércoles haciendo una referencia expresa a la necesidad de resolver el «contencioso histórico» de Gibraltar en presencia del príncipe Carlos. Teniendo en cuenta que desde 2002, durante la segunda legislatura de José María Aznar, ningún Gobierno español se ha atrevido a reclamar a Londres la soberanía sobre la colonia británica, existen pocas esperanzas de que el «contencioso» de la Roca pase a ser una prioridad para el Ejecutivo, a punto de meterse de lleno en la campaña electoral. Sin embargo, antes de abrir el melón que tanto parece asustar al Ejecutivo de Zapatero, firme defensor del «statu quo», hay varias asignaturas pendientes que dificultan la vida diaria de los vecinos de Algeciras y que pueden afectar al resto de los españoles.

GASOLINERAS FLOTANTES
El negocio del «bunkering» sigue llenando los bolsillos de las empresas de combustible con sede en Gibraltar. Las gasolineras flotantes instaladas en aguas de la Bahía de Algeciras traspasan a los buques que acuden a repostar un total de siete millones de toneladas de fuel marino al año.
El nuevo sistema de radares instalado por el Gobierno de Caruana permitirá extender este comercio ilegal al este del Peñón. Las asociaciones ecologistas han puesto el grito en el cielo y han advertido de que el desastre que puede ocasionar un vertido de crudo en la cara oriental de la Roca, expuesta al Mar de Alborán, implicaría una auténtica tragedia para el negocio del turismo en la Costa del Sol. Se calcula que la zona tardaría un total de 20 años en recuperar la actividad actual.

SOBERANÍA DE LAS AGUAS
España no admite discusión alguna sobre la soberanía de las aguas que rodean a la colonia británica, bajo control español desde la firma del Tratado de Utrecht de 1713. A través de dicho tratado, España sólo cedió a la Corona británica el dominio sobre las aguas del puerto, pero desde entonces reclama y ejerce de facto el control marítimo de una milla y media náutica al este y tres al sur y al oeste. El Gobierno del ministro principal, Peter Caruana, en el poder desde 1996, no pierde oportunidad de reclamar la aguas.

ACOSO A LA GUARDIA CIVIL
Los 85 agentes de la Guardia Civil que prestan servicio en la Bahía de Algeciras llevan meses sufriendo las provocaciones de la Royal Navy, que campa a sus anchas por la milla y media de la discordia. Según declararon a LA RAZÓN fuentes de la Benemérita, «cualquier día va a haber un golpe entre patrulleras con armas de fuego, y vamos a tener que traernos detenidos a puerto español. Se va a liar una muy gorda. Es sólo cuestión de tiempo».
El hostigamiento al que se ven sometidos los guardias civiles es diario, aunque los agentes españoles tratan de que no haya enfrentamientos. «Ahora la cosa está aflojando porque nos hemos retirado, estamos evitando patrullar cerca del Peñón para evitar el conflicto porque sabemos que nadie nos va a respaldar», aseguran. Los agentes temen que la presión a que se ven sometidos desemboque en un acto de guerra en toda regla. «Las pequeñas unidades navales destinadas en Gibraltar sí que actúan, son embarcaciones de guerra, nos apuntan con armas pesadas, ametralladoras, dejando claro que podemos entrar en un acto de guerra. Y todo esto ocurre a diario en aguas españolas», continúa la misma fuente.
Los agentes no reciben apoyo ni del Ejecutivo ni de Interior. «No recibimos ningún protocolo de actuación. Nos dejan ver que hay que evitar el conflicto, así que nos damos la vuelta, pero no son órdenes concretas. Nosotros pertenecemos a un cuerpo disciplinado, necesitamos órdenes. Encima, luego tratan de buscar responsables; las tripulaciones están muy quemadas», prosiguen antes de aventurar que «si las autoridades no lo hacen, acabaremos poniendo nosotros una denuncia en la Comisaría de Algeciras».

FORO TRIPARTITO
El empeño de Moratinos en 2004 de crear un foro de diálogo que sentara en la misma mesa a Londres, Madrid y Gibraltar ha resultado una fórmula fallida. Las reuniones técnicas que debían resolver asuntos de colaboración se suspendieron a finales del año pasado y siguen sin fecha. Fuentes diplomáticas consideran que Moratinos cometió «un gran error» poniendo a Caruana al mismo nivel que los Gobiernos británico y español.

RELLENOS
Gibraltar trata de ganar terreno a España, y al mar, de forma literal. Lo hace a través de rellenos ilegales de costa a los que, como ya ha dicho Caruana, no piensan renunciar. Grupos ecologistas llevan años denunciando estas prácticas.



Las polémicas visitas
04-03-2009
La princesa Ana de Inglaterra acudió en visita oficial a Gibraltar por tercera vez, del 4 al 6 de marzo de 2009, para inaugurar un centro médico, lo que llevó al Gobierno a expresar su «malestar» al Reino Unido por lo que consideraron que era «una visita inoportuna».
31-08-2001
El príncipe Eduardo de Inglaterra, tan sólo dos meses antes de reanudarse las conversaciones entre España y Reino Unido sobre el futuro de la Roca, acudía al Peñón en visita no oficial para entregar diversos premios a jóvenes gibraltareños por su participación en las actividades organizadas por la Fundación «Duque de Edimburgo». El entonces ministro de Exteriores español, Josep Piqué, indicó que su departamento había manifestado a los responsables británicos su «desagrado e incomodidad» por la visita del cuarto hijo de la soberana.