Bruselas

Javier Arenas: «El PSOE no está al 100% en la estrategia de la derrota de ETA»

«En la Junta de Andalucía hay déficit oculto»

Javier Arenas: «El PSOE no está al 100% en la estrategia de la derrota de ETA»
Javier Arenas: «El PSOE no está al 100% en la estrategia de la derrota de ETA»larazon

Madrid - En las propuestas del Debate del Estado de la Nación han vuelto a presentar su rostro más amable. ¿Cuándo van a decir que hace falta más «sangre, sudor y lágrimas»? ¿O ya no hace falta?
–El PP lleva mucho tiempo advirtiendo de que estamos en un momento difícil y complejo. Aquí los únicos que han mentido son los socialistas, que han pasado de negar la crisis a afirmar que ya estaba superada. Nosotros decimos la verdad y nuestras recetas son conocidas, son las mismas que ya pusimos en marcha en 1996: austeridad, reformas profundas y diálogo social para impulsarlas. Hay una difícil tarea por delante y debe empezar con el sacrificio del gobernante y de las administraciones públicas.

–¿Quiere decir que si el PP gobierna no harán falta más recortes para salir de la crisis?
–En 1996 ya tuvimos que abordar una crisis muy profunda, distinta a la que vivimos en este momento, pero también muy virulenta. Entonces los sacrificios salieron de las Administraciones Públicas: desde una reducción del gasto público de 209.000 millones de pesetas hasta la búsqueda de la dotación de más de 500.000 millones de pesetas para cubrir el agujero de la Seguridad Social. El primer objetivo es crear confianza, y el consumo y la inversión empezarán a moverse, y a crear empleo, en cuanto haya un Gobierno con las ideas claras y que empieza haciendo sacrificios antes de pedírselos a la sociedad.

–En el 96 sí fue necesario algún sacrificio social. Le recuerdo, por ejemplo, que congelaron el sueldo de los funcionarios.
–Teníamos que alcanzar el objetivo de la Unión Monetaria.

–Antes dijo que basta con que cambie el Gobierno para que se cree empleo. ¡Se lo recordarán si no ocurre así!
–El resultado electoral del 22 de mayo fue el primer brote verde para salir de la crisis. Ahora nos falta cerrar el círculo con un triunfo en las generales y con un Gobierno del cambio en Andalucía. Con eso se cerrará el círculo de confianza que necesita España y a partir de ahí los Gobiernos del PP deberán no defraudar, orientando las expectativas a programas de reformas y de austeridad en todo menos en servicios sociales, sanidad y educación.

–¿Que ahora hayan introducido en su programa una reforma para mejorar la transparencia de la Administración hay que interpretarlo como un guiño al 15-M?
–Simplemente el PP quiere interpretar la voluntad que expresaron los españoles el 22 de mayo. Y la primera reforma que se nos exige es decirles la verdad a los españoles. Las pasadas elecciones no fueron una expresión de desapego hacia los políticos, porque se incrementó la participación, sino un rechazo mayoritario a las políticas socialistas que nos han llevado al borde de la quiebra. Por lo demás, respetamos el movimiento del 15-M, que responde a un descontento social muy profundo.

–¿Entonces, no ve esas protestas como una amenaza para un futuro Gobierno de PP?
–El PP está más acompañado que nunca, porque así lo han confirmado las urnas. Ahora bien, el PP respeta el 15-M y desea que las legítimas opiniones de los que se identifican con ese movimiento se trasladen a las instituciones democráticas. Es bueno y es positivo que cada día revisemos los mecanismos de participación ciudadana. Por eso, por ejemplo, hemos propuesto en el Parlamento andaluz que se rebajen las firmas necesarias para presentar iniciativas legislativas, pasando de 75.000 a 40.000.

–Si gobierna en Andalucía, ¿hará como su compañero Monago en Extremadura, modular el impuesto de sucesiones en lugar de suprimirlo e impulsar la rebaja del listón de representación que marca la Ley Electoral, como pide IU?
–José Antonio Monago tiene un mérito extraordinario por haber sido capaz de encarrilar la alternancia en Extremadura. Como también han sido un éxito extraordinario los resultados de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha. Ya sólo queda Andalucía pendiente de la alternancia. Monago será un presidente coherente, pero su gestión hay que analizarla en el marco del margen de maniobra que tenga.

–¿Pero usted aplicaría esas dos propuestas que le he citado?
–En relación a la Ley Electoral, la reforma pendiente más importante es la de asegurar que gobierne siempre la lista más votada. Y aquí en Andalucía la supresión del impuesto de sucesiones es un objetivo irrenunciable.

–¿Cree que en Andalucía hay déficit oculto?
–Estoy seguro de ello porque he visto lo que ha hecho el Gobierno de Zapatero y he vivido lo que ocurrió en 1996, cuando recibí un déficit oculto de 500.000 millones en la Seguridad Social, que me lo dejó, por cierto, Griñán, el mismo candidato al que aspiro a sustituir. Otra razón para sospechar son los agujeros que estamos encontrando en los más de 150 ayuntamientos andaluces en los que por primera vez gobernamos. No tengo ninguna duda de que las cuentas que me encontraré en Andalucía no se corresponderán con las que se publican.

–¿De qué cifra de déficit oculto por parte de la Junta hablaríamos?
–Las cuentas oficiales de endeudamiento de la Junta señalan la cifra de 12.000 millones de euros. Pero ahí no están contemplados cerca de 5.000 millones que habrá que devolver al Estado por anticipos excesivos de los Presupuestos de Zapatero, que incluían ingresos que no se han producido. Y nos consta, por ejemplo, una deuda no reconocida en relación al sector de la construcción y al sanitario que puede superar los 2.000 millones de euros. Pero las cifras verdaderas no las podremos saber como mínimo hasta un mes después de que hayamos empezado a gobernar.

–Con este escenario, ¿no debe confiar mucho en que las comunidades cumplan con el objetivo de déficit fijado por Bruselas?
–Yo acabo de proponer que se fije un acuerdo de techo de gasto en Andalucía, porque en los últimos tres años se han gastado 3.500 millones más del gasto corriente presupuestado y 4.000 millones menos de las inversiones presupuestadas. Algunas comunidades van a tener serios problemas para cumplir el objetivo de déficit de 2011, y ya le he puesto el ejemplo andaluz.

–También algunas del PP, ¿no?
–Todas las haciendas regionales tienen hoy dificultades.

–¿Usted se ve ya presidente de la Junta andaluza?
–No es cuestión de verse o no verse, simplemente tengo la obligación de estar preparado para gobernar y debo explicarles a los andaluces cuál es mi programa. En el Debate del Estado de la Comunidad he presentado 70 propuestas de gobierno para el futuro, la mayoría vinculadas a la crisis económica, y otro gran paquete sobre regeneración, como elecciones separadas de las generales, limitación del mandato del presidente de la Junta, la renuncia a todas las indemnizaciones y cesantías del Parlamento y altos cargos, la derogación de las pensiones de los presidentes de la Junta, y que sean públicas todas la declaraciones de Hacienda de altos cargos y parlamentarios de la Junta.

–¿Cree que habrá adelanto de las generales?
–La Legislatura está agotada y a partir de ahí la fecha electoral dependerá de la evolución de las cuentas públicas españolas y de lo que Zapatero y Rubalcaba consideren que les beneficia más para aminorar la derrota socialista y para dificultar la gestión del PP.

–Usted siempre ha defendido los grandes acuerdos PSOE-PP. ¿Los ve posibles con Rubalcaba después de las generales?
–Creo que Rubalcaba no será el máximo dirigente del PSOE después de las elecciones. Pero sea quién sea quién dirija el PSOE, los acuerdos de Estado son imprescindibles.

–¿A lo Sarkozy, con implicación de la izquierda en un Gobierno del PP?
–Los Gobiernos de concentración son una cuestión a tener en cuenta a medio plazo, pero los grandes acuerdos de Estado entre el PSOE y el PP son una urgencia.

–¿Para qué harán falta esos Gobiernos de concentración a medio plazo?
–Para hacer reformas profundas. Ahora la primera urgencia es enfrentarse a la crisis y al paro. Y luego habrá que resolver cuestiones pendientes muy importantes, como la revisión autocrítica del Estado de las Autonomías, la reforma profunda de las Administraciones Públicas, la reforma educativa o la reforma de la ley electoral.

–¿Cuál cree que será el primer reto que tendrá que afrontar Rajoy si llega a La Moncloa?
–Ya estamos curados de espanto teniendo en cuenta lo que nos encontramos en el 96.

–Le preguntaba por sus decisiones de gobierno.
–Rajoy llegará al Gobierno con una madurez extraordinaria que le facilitará tomar las decisiones necesarias para salir de la crisis. Quizás el primer asunto de calado que tendrá que afrontar será la clarificación de las cuentas públicas y hacer una reordenación drástica y ejemplar de la parte política de la administración, respetando a los funcionarios, pero reduciendo espectacularmente la esfera política de funcionarios en la administración.

–Cambiando de tercio, ¿por qué están siendo tan moderados con Bildu?
–El PP está siendo muy firme en el fondo de su respuesta ante un espectáculo dantesco en el que el PSE tiene mucha responsabilidad. Ni ETA había soñado nunca con tener tanto poder político o con que la capitalidad cultural quedara en manos de Bildu.

–Aznar ha dicho que la responsabilidad de que Bildu esté en las instituciones es del Gobierno, ¿está de acuerdo?
–La decisión, errónea, es del TC. Pero en todo este asunto la irresponsabilidad del PSOE ha sido mayúscula.

–Bildu, presos… ¿Se acumulan casualidades o hay una hoja de ruta no reconocida?
–El problema es que el PSOE nunca ha asumido al cien por cien la idea de la derrota del terrorismo y siempre ha dejado un hueco para otros márgenes que no pasan por la derrota.

–Al final van a acabar dándole la razón a Jaime Mayor…
–Yo siempre he escuchado con mucha atención sus análisis, aunque no coincidiera en todo con ellos. Son análisis que provienen de la inteligencia y de su experiencia no ya sólo como ministro, sino de sus muchos años como dirigente político vasco.

–Si el PSOE no está al cien por cien en la estrategia de la derrota, ¿a qué esperan para denunciarlo y para dar por incumplido el Pacto Antiterrorista?
–Somos responsables y somos conscientes de que la sociedad española quiere que se mantenga ese pacto. Su ruptura sería la mayor alegría que podríamos darle a ETA.


PRIMERA PERSONA
«Gallardón lo hará bien en cualquier responsabilidad»
-¿Este PP es por fin el PP de Rajoy?
–Éste es un PP con firmes convicciones sobre lo que tiene que ser España, sobre el modelo de sociedad o sobre el modelo económico que necesitamos. Y claro que hoy tiene mucho que ver con la impronta de Rajoy, como en su día lo tuvo con la de Aznar.

–¿Está más en el centro, es más moderado y tiene más capacidad de diálogo que en 2004?
–Nuestro posicionamiento en el centro está maduro desde hace tiempo. Ese camino ya lo hemos recorrido y ya estamos en el centro.

–¿Le gustaría ver a Gallardón como ministro en un futuro Gobierno de Rajoy?
–Gallardón lo hará bien en cualquier responsabilidad pública. Hoy, que es cuando me lo pregunta, le veo como un alcalde extraordinario.