Bruselas

Oposición «galáctica» por José Clemente

La Razón
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La oposición murciana apenas cuenta ya para las cosas importantes de la Región, pues resulta complejo que las entiendan y, todavía mucho más, que las impulsen desde esa ignorancia supina en la que está instalada, kilómetro arriba, kilómetro abajo, del punto ese desde el que se lanzó el austríaco Felix Baumgartner, es decir, la estratosfera de la realidad. No basta más que echar un vistazo a lo último de la hemeroteca para darse cuenta de la manía que le tienen a la UE y a Valcárcel, o a ambos a la vez, cuando debería estar justamente encantada de que el presidente dedique algunos días del mes a esos menesteres que obliga el ser presidente del Comité de las Regiones. Lo he dicho muchas veces y lo repito de nuevo: cuando Pasqual Maragall ocupó ese cargo en Bruselas a los socialistas catalanes les faltó tiempo para rentabilizarlo, cosa que deberían hacer ahora que un murciano ocupa tamaña responsabilidad. Pero eso es como pedir peras al olmo. Tal vez se haga necesaria la intermediación del decano del Colegio de Economistas y del Consejo Económico Social para que orienten bien a Valcárcel y logren ponernos a todos de acuerdo no vaya a ser que salgamos perdiendo o nuestro presidente se nos despiste por algún pasillo de Bruselas. Y ya de paso, que apliquen ese decálogo «milimétrico» con el que han llegado a medir, sentir y pulsar las razones de nuestro estancamiento, de ese dilema entre el ser o el estar. Es tan necesaria y urgente su intervención que si no lo hacen habrá que bajar en rogativa a la Fuensanta para que se ponga manos a la obra y Murcia se pueda salvar de la mayor hecatombe de su historia, mientras Valcárcel pierde el tiempo tratando de que no nos excluyan de los fondos europeos, un dinero que puede ser la tabla de salvación en esta crisis para las «regiones en transición», que en el caso español se circunscriben a Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha y Murcia, que mantendrán el 63 por ciento de esas ayudas, según se refleja en la última propuesta de compromiso sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020, presentada ayer mismo por la presidencia chipriota. Bendito tiempo ese que pierde Valcárcel en Bruselas, a juicio de la «oposición milimétrica y estratosférica» o «galáctica», que al fin y al cabo viene a ser lo mismo.
Pues bien, mientras los «galácticos locales» arremeten como un novillo ebrio contra la Europa que dibuja el mapa donde se invertirán los fondos de cohesión y contra el empecinado de Valcárcel que no cesa en reclamar esos fondos para Murcia, la presidencia chipriota se lo mira bien y entiende que no le falta razón al presidente de esta tierra, que lo es también de todas la regiones de la UE, y va y lo acepta. Murcia podrá contar con esas ayudas mientras su PIB per cápita esté entre el 75 y el 90 por ciento de la media comunitaria, que es lo que caracteriza a las «regiones en transición», lo que supondrá que tras la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno prevista para los días 22 y 23 de noviembre, dichos fondos puedan estar disponibles para la Región. Es muy fácil torear desde la barrera, hacer decálogos a la luz de la luna, tener una visión estratosférica de la Región, hacer planes «E», cosas todas ellas loables pero que restan nitidez en el día a día, donde obras son amores y no buenas razones.