Mayoría por Manuel Muñoz Hidalgo

Los que han estado sacrificados casi toda su vida para adquirir una vivienda como garantía de una vejez más o menos digna, porque unos aprovechados, sinvergüenzas y pésimos gestores han hecho desaparecer el dinero de las arcas del estado y culpan a la mayoría de los contribuyentes de las dificultades y deudas adquiridas, no cesan de inventar fórmulas para disculparse, sin devolver el dinero robado, bajan el precio de la venta de viviendas mientras suben los impuestos.
¿Aconsejan pasar la factura de recetas y consultas médicas etcétera con la intención de que «tomen conciencia» de lo que cuesta dichos servicios sanitarios que pagamos los ciudadanos, por ejemplo?
Supongo que en un estado auténtico de democracia, transparencia y honradez, desde las instituciones intocables al más frágil de los contribuyentes se les concienciará también con las facturas de todos los cargos oficiales, todos sus gastos necesarios e innecesarios... que por una vez sin excepción todos ejerciten el ahorro y la buena administración para favorecer el futuro de las generaciones que hoy se maleducan, a pesar de las leyes laborales que flexibilizan el despido e inculca el temor a los trabajadores. Con esta ley determinados empresarios se frotan las manos con importantes subvenciones y privilegios. Sería lo más coherente que nuestros gobernantes se preocupasen de la mayoría para su formación en valores y no en el cultivo de votos para imponer sus criterios.
Sin transparencia no hay democracia y sin ejemplaridad no se puede exigir lo que no se cumple. La mayoría no es estúpida.