Literatura

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Qué enigma Posteguillo

«La noche en que Frankenstein leyó el quijote »S. PosteguilloPLANETA 240 págs, 18 euros.

Posteguillo es uno de los novelistas históricos más reconocidos
Posteguillo es uno de los novelistas históricos más reconocidoslarazon

Un escritor es la suma de sus lecturas. Un depósito literario que él mismo desconoce. Reflexionar sobre sus influencias es cosa de los críticos y de algunos novelistas enamorados de la literatura y de sus autores. Dos recursos largamente prestigiados suelen utilizarse para homenajear a novelas y autores: el pastiche y la metaficción. El primero imita el estilo de un autor, ya sea de forma mimética o paródica, y el segundo trata la ficción dentro de la ficción. Un recurso más amplio sería el relato metaliterario, que reflexionan o incluyen en su ficción el hecho literario mismo, mediante referencias a novelas, géneros o autores. Es la famosa «intertextualidad» que tantos sustos suele dar a quienes confunden interesadamente cita con copia.

Declaración de principios
Algo de ambos hay en el libro de relatos cortos de Santiago Posteguillo «La noche en que Frankenstein leyó el Quijote. La vida secreta de los libros». Un título que es una declaración de principios de su amor a la literatura popular y su fascinación por la historia y los múltiples secretos que esconden los libros. Una historia que suele esconder una máxima: cómo pequeños acontecimientos suelen causar efectos sorprendentes nunca imaginados por el lector ingenuo. Por citar alguno que no desvele el misterio que esconde, el deseo incumplido de Kafka de que su amigo quemara sus libros, aquí ampliado con la Gestapo, o en qué medida la ludopatía fue beneficiosa para azuzar el genio de Dostoiesvski. El nexo común es el enigma histórico. Un aura de misterio rodea el comienzo de cada uno buscando intrigar al lector mediante los recursos del relato histórico clásico, género en el que Posteguillo demuestra su dominio fabulando la historia. Unas veces, utilizando con pericia el estilo de la época y, otras, más misceláneas, haciendo hablar a venerables autores con una retórica reconocible.

Lo cierto es que Posteguillo es un excelente narrador y un original rastreador de misterios de la literatura universal. En el fondo late el profesor que busca enseñar deleitando. La procedencia periodística de todos aún palpita en unos, los más retóricos, y desaparece en otros, tan bien elaborados como sorprendentes. Y en todos aflora su amor por los clásicos.