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Unidad y Estado de Derecho
El mensaje navideño que Don Juan Carlos dirigió en la Nochebuena a todos los españoles ha tenido este año una especial significación. En la que sin duda ha sido una de sus mejores alocuciones, Su Majestad se refirió ampliamente a la severidad con que la crisis económica ha afectado a España y a la tragedia que supone el desempleo, especialmente en los jóvenes. Y hay, en su análisis, la misma preocupación expresada por el nuevo Gobierno, al considerar el paro como algo «inasumible» e «inaceptable» que requiere del esfuerzo de todos para devolver a quienes están en paro la oportunidad de conseguir «el horizonte de dignidad y estabilidad» que representa un puesto de trabajo. No olvidó Don Juan Carlos destacar el extraordinario papel de cohesión social que representa la familia en España y rindió «homenaje de agradecimiento y admiración a la familia, cuya generosidad y entrega está siendo clave para que nuestro país mantenga los actuales niveles de estabilidad social». Sus palabras alertan del tremendo esfuerzo que les espera a partir de ahora a los españoles hasta lograr salir de la crisis pero también hay un mensaje de orgullo y admiración por el pueblo español y un llamamiento al diálogo, a trabajar sumando voluntades y a continuar en el proyecto de una Europa fuerte.
En momentos de dificultad en el seno de la Familia Real, Su Majestad se mostró especialmente preocupado por la desconfianza que «parece estar extendiéndose» sobre la «credibilidad y el prestigio de algunas de nuestras instituciones. Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos» y fue muy claro al especificar que, cuando se producen conductas irregulares «que no se ajustan a la legalidad o a la ética», deberán ser juzgadas con arreglo a la Ley. Sin distinciones, pues «la Justicia es igual para todos».
No faltó en el mensaje de Navidad el emocionado recuerdo a las víctimas del terrorismo, a las que «perdieron la vida, quedaron mutiladas, fueron extorsionadas o se vieron obligadas a abandonar su tierra». En el año en el que ETA ha anunciado que renunciaba a la violencia, la posición de Su Majestad quedó meridianamente expresada al decir que «ahora ya es tiempo de que los terroristas entreguen sus armas asesinas».
A lo largo de todo el mensaje de Su Majestad, que concluyó con una especial mención al creciente papel ejercido por el Príncipe de Asturias en sus responsabilidades como heredero, se advierte que se ha tenido muy en cuenta el cambio político que se abrió tras el 20-N y la llegada del Gobierno de Mariano Rajoy, un nuevo escenario en el que «la Corona, en tanto símbolo de la unidad y permanencia del Estado», seguirá esforzándose «en favor de una convivencia integradora».
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