Otra oportunidad perdida

Zapatero ha dejado pasar otra ocasión para hacer lo que debe y no se atreve: anunciar un plan de medidas para contener el gasto y frenar la escalada del déficit, reformar el mercado laboral para acercarlo al europeo y emprender la reestructuración del sistema financiero, en especial en lo que se refiere a las cajas. El encuentro de ayer no ha podido ser más decepcionante. Reunirse para acordar lo obvio era innecesario. Sabíamos que había que respaldar el crédito a Grecia y que es imperiosa la reforma de la Ley de Cajas. Lo que los ciudadanos esperábamos era un compromiso que enviara un mensaje inequívoco a los mercados sobre la voluntad de España de cumplir. No ha sido así y difícilmente va a ahuyentar a los especuladores. No vale decir que la culpa es de los dos. El grueso de la responsabilidad es de Zapatero. A Rajoy le hemos oído su plan hasta la saciedad. Difícilmente se puede poner en marcha si el Gobierno no quiere. Lo de ayer es una nueva decepción interna para España y externa para los mercados.